Nora Adámoli
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Aunque directamente no fue afectada, la Asociación Civil Club Los Niños de Garmendia se encuentra recolectando ropa, zapatillas y alimentos no perecederos para quienes lo perdieron todo a raíz de las intensas lluvias que azotaron a la zona sur del Distrito. La entidad funciona desde 2010 y busca hacerle frente a las problemáticas sociales. “Es fácil criticar a los chicos y decir que no tienen futuro”, dijeron sus impulsores.
“Tenemos muchas necesidades ya que en nuestro barrio, la inundación pasada afectó bastante y muchos de los chicos que están con nosotros perdieron la mayoría de sus cosas”, destacaron. Es que se trata de una zona muy humilde de La Matanza, que con esfuerzo y tesón, hace hasta lo imposible para salir adelante. Les cuesta, porque al ser nuevos todavía no captaron la atención, y lo poco que les llega tiene que ver con cuestiones efímeras. De todos modos, son agradecidos y al momento de reconocer a quienes en algún momento les dieron una mano, lo hacen sin vueltas.
Y es así: nuevamente, un grupo de vecinos se reúne para darle batalla a la adversidad. Nuevamente, aunque en este caso de a poquito, lo están logrando: este es el caso de una entidad reciente que brinda un espacio de contención para niños y niñas. Lo más interesante: son solamente 9 personas las que aportan y trabajan allí.
“Por ahora, sólo podemos brindarles futbol infantil a chicos de ambos sexos y les acercamos una copa de leche cada vez que podemos”, detallaron a NCO quienes forman parte de esta institución que comienza a asomarse.
La Asociación Civil Club Los Niños de Garmendia comenzó a funcionar el día 30 de agosto de 2010, al ver las necesidades que afectaban a una gran cantidad de chicos en la zona. Está ubicada en Garmendia 2780, en Gregorio de Laferrere.
De acuerdo a lo que comentaron sus fundadores, “los primeros momentos fueron difíciles, sin saber con qué nos íbamos a encontrar. En nuestro caso, se reciben muchas más críticas que apoyo y siempre el mal más necesario es el dinero, y a nosotros los de los barrios carenciales es a lo que menos posibilidades tenemos de alcanzar, pero con voluntad, esfuerzo y con ayuda de algunos amigos estamos haciendo lo que podemos, aunque lamentablemente nunca alcanza”, destacaron.
“Lo hicimos porque es fácil criticar a los chicos y decir que no tienen futuro, que seguramente van a ser chorros, drogadictos, vagos y cruzarse de brazos y esperar a que eso pase”, admiten mientras muestran las fotos que los enorgullecen.
En este sentido, aclararon que a esas personas les responden que “nosotros los vemos crecer, los conocemos desde siempre y si podemos hacer algo para cambiar eso, seguro que lo vamos a intentar”. Eso sí, saben que se necesita mucho esfuerzo, dedicación y voluntad para recoger los frutos que tanto anhelan.
Con respecto al momento de la fundación, mencionaron que en 2010 se reunieron un grupo de vecinos que sentían la misma necesidad de cambio. “Teníamos ganas de demostrarles a los chicos que nosotros somos el espejo en el que ellos se reflejan, por eso no tenemos que bajar los brazos”, dijeron.
“Hoy tenemos personería jurídica, número de matrícula y una dirección legal de correo. Además, contamos con el reconocimiento municipal, por si alguien desea ayudar a los chicos a través nuestro”, contaron. Pero las cosas no han sido ni son sencillas: “Se nos hace imposible conseguir los materiales necesarios”.
En este momento, se encuentran asistiendo a más de 50 chicos que además de realizar deportes, reciben una merienda para paliar la situación que les toca vivir.
Para ellos, primero, la fe
Con respecto a la dinámica del trabajo, dieron cuenta de que se trata de colaborar entre las nueve personas asociadas que forman parte (también) de la comisión directiva. “Nosotros queremos brindar todo lo que podemos, a través de conocidos y amigos de ellos o a través de la oración. Algo así nos pasó el Día del Niño, donde una señora llamada Rosa junto a sus amigos, donaron juguetes a todos los chicos en nuestro club, al igual que la hermana del secretario que nos ayudo a comprar las camisetas y dos pelotas para los chicos”, destacaron.
El 1 de diciembre pasado consiguieron algo que para los chicos era soñado: los niños pudieron acceder al estadio del Club Atlético River Plate. “Visitaron el museo de la entidad gracias a la gestión del Presidente de nuestra institución, Daniel José Paredes y al señor Jorge R. Díaz”, del departamento de visitas guiadas del “millonario”.
No obstante, reciben una ayuda que les alcanza, mínimamente, para subsistir y continuar afianzando el proyecto: “Nos da una mano el concejal Daniel Videla. Él fue quien nos facilitó el micro para poder llegar hasta River y nos brindó su apoyo en otros festejos a los que nos invitó. También tenemos que agradecerle de forma muy especial a Carlos Honorio Croxatto y a sus hermanas que nos cedieron un comodato por cinco años de forma gratuita para que podamos disponer de su campo y así los chicos puedan practicar deporte”. Y ahí fueron tajantes: después de esto, no recibimos otro tipo de ayuda.
Balance
“Evaluamos el año de trabajo con muchos frutos y ganas de seguir adelante a pesar de las criticas. Tenemos muchas ilusiones, continuamos con la esperanza de que se cumplan las promesas que nos hicieron. Lo que nos proponemos para 2013 es tratar de crecer y con la ayuda de Dios llegar lo más lejos que sea posible”, concluyeron.
Ayuda
“En lo que se refiere a deportes, lo más necesario en este momento es el calzado porque la mayoría de los chicos carecen de zapatillas. Además, si se puede, quisiéramos contar con medias, pantaloncitos, canilleras, camisetas o pelotas de futbol…alguna ropa, no importa, porque todo sirve. Si está usada nosotros la reacondicionamos. Y con respecto a la alimentación de los chicos, precisamos leche en polvo, chocolate, azúcar o algún alimento no perecedero ya que todo sirve”. Para comunicarse con el club, los interesados pueden acercarse a la dirección ya mencionada en este artículo o hacerlo por correo electrónico a asociacioncivilclublosninosdegarmendia@live.com.ar.
