Número de edición 7940
La Matanza

Ganó el amor: Alberto Díaz, regresará a Chaco con su familia

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Esta vez, la solidaridad fue más fuerte.

Los matanceros se conmocionaban a principios de año cuando conocían la historia del hombre que había sido internado en el hospital Paroissien, de Isidro Casanova, luego de ser encontrado en un avanzado estado de desnutrición y sin ser atendido por el mal de Parkinson que lo afecta. Hoy, a casi tres meses de ese fatídico momento, gracias a la solidaridad de la sociedad civil y los médicos, el hombre se irá a vivir, casi recuperado, al norte del país.

Nora Adámoli
Noraadamoli.nco@gmail.com

La foto impactó: parecía un hombre con más edad de la que tiene, extremadamente flaco y con sus manitos juntas, como rezando, como pidiendo ayuda. Según mencionan quienes estuvieron con él en enero, prácticamente no hablaba. Solamente utilizaba su hilo de voz para decir “quiero comida”.
Y así era. Cuando personas de gran corazón se acercaron a socorrerlo, haciéndole compañía a diario, en todo momento, para que no se sienta solo, le llevaron alimentos, contaron cómo “devoraba” lo que se le servía. Era el hambre en estado puro. Necesitaba todo.
Por ese entonces, no se reconocían familiares de Alberto. Él tampoco contaba qué era de su vida antes de quedar internado. No decía en qué parte de La Matanza vivía, como para que alguien pudiera golpear una nueva puerta.
Sumado a esto, el mal de Parkinson. En el hospital local no había una cantidad suficiente medicación para que pudieran asistirlo. Por eso, se realizó una campaña mediante las redes sociales para conseguir por lo menos 30 comprimidos del remedio que toma todos los días. Afortunadamente, dos personas donaron dos cajas, que le alcanzaron para mantenerse durante 60 días.
El paciente se iba recuperando. De a poquito, ya se encontraba con sonda nasogástrica y comía papilla y puré, de a poquito, para volver a asimilar los alimentos. Jugaba con sus débiles manos, le escapaba a su enfermedad.
Pidió una pelotita de goma, para presionar y solar, quiere recuperar movimiento. Está lúcido, gracias a los corazones que, realmente, le salvaron la vida.
Finalmente, consiguió un almohadón antiescaras para poder apoyarse y acomodarse en la cama. A principios de febrero, Stella Giossi, una de las trabajadoras sociales que difundió el caso, comentó a NCO: “Hoy estuve hoy con él. Tiene más ánimo, los ojos más abiertos. Cuenta con suero. Lo que se precisa también es que venga gente, que se comprometa en los horarios de comida porque está solito. Come todo bien pisado, para volver a acostumbrarse”, mencionó.
Aunque ahora ya está mucho mejor, de todos modos, desde este medio recordamos que la medicación que consume Alberto es Lebocar 250/25 por 60 comprimidos, para mantener su estado de salud ante el mal de Parkinson.
Desde Clasisolidarios de La Matanza, informaron que ahora se necesita una silla de ruedas, para facilitar el traslado y que así pueda volver a su tierra, movilizándose con mayor independencia y tranquilidad.
“La familia lo vino a buscar, se enteraron de lo que sucedió mediante Facebook. Es una hermana de 70 y tantos años, muy humilde que viajó desde Chaco, haciendo rifas y vendiendo empanadas para pagar el pasaje porque no tenían dinero. Esa hermana lo vino a buscar. Sí, a Alberto se lo llevan a su provincia natal. Y lo más emocionante fue oír que en Chaco lo espera su mamá de 83 años y todos sus hermanos. ¿Qué puede sentir un corazón después de meses de sufrimiento, ante semejante noticia?”, indicaron.
Y ahora, se viene el momento más emotivo: “Estamos preparando la despedida de Alberto. Sabemos que si Dios quiere pronto iremos a Chaco a ver como sigue. Somos conscientes de que estará cuidado y amado. La misión está cumplida y nos ha dejado la hermosa enseñanza de que siempre hay que honrar la vida”, remarcaron.

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2 comentarios

  1. Espero que en chaco le ponga el estado un asistente domiciliario y acompañante terapéutico
    como corresponde por ley por que la familia sola no puede hacerse cargo nececitan ayuda
    sino terminaran dejándolo a la suerte de la familia necesita enfermero medico etcetra con internaciòn domiciliaria suero de ser necesario etcetera

  2. Que quede claro que este milagro es gracias al accionar de almas caritativas de facebook, pues la persona que le tomó la primera foto lo hizo justo porque vió con indignación como a este señor las enfermeras le ponian la comida pero no le ayudaban a comer, aún sabiendo que por el mismo le era imposible llevar alimentos a su boca. El pobre estaba a punto de morir por inanición en ese Hospital.
    Recién con la foto publicada y la gente comentando las autoridades del Hospital tomaron convenientemente interes en el caso.

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