Número de edición 8322
La Matanza

Fuega Paliza: un grupo performático integrado por “chiques” de entre 17 y 19 años trata temáticas de género y política

Fuega Paliza: un grupo performático integrado por “chiques” de entre 17 y 19 años trata temáticas de género y política

Julieta Galeano, Lora Moran, Manuela Link, Juana Roset, Malen Vera, Eva Naxaren Sansoni, Sofía Grosman y María Rígel Odsky conforman la colectiva que llegó para romper con lo impuesto en todo sentido.

En una tarde de enero con 30 grados de térmica se reunieron cuatro de los miembros de Fuega Paliza en Parque Centenario. El resto están de viaje. Allí hablaron de feminismo, escraches, aprendizajes y nuevos objetivos.

Naxaren Sansoni comenzó a contar cómo surgió este proyecto. Reveló que el ocho de agosto de 2018, fecha en la que se debatió la sanción de la Ley de interrupción voluntaria del embarazo en la Cámara de senadores, pudieron ver que sobre el escenario había una banda de cumbia, una banda que chocó con la música que conocían.

“En ese momento teníamos muchos amigos cercanos al ambiente de la música que eran muy mansplaineros”, dijeron en referencia al término en ingles “mansplaining” que define comportamientos de menosprecio de la capacidad de entendimiento de una mujer, por el único hecho de ser mujer y que por lo tanto le supone una capacidad de comprensión inferior a la de un varón.

La joven agregó: “Todo el tiempo hablaban de ellos y de su música, entonces fue como: ‘Che, ¿hacemos una banda de cumbia? Re, dale, sí, a ocupar los escenarios’, y de repente ninguna sabía tocar nada de música”, reconoció. Lo único que tenían en común los miembros del grupo era el deseo de ocupar espacios y que se escuche lo que tienen para decir.

Grosman continuó con el relato de los orígenes de la colectiva al decir que en el colegio al que ellas iban juntas, el Carlos Pellegrini, estaba por lanzarse un festival para juntar plata para ir al el entonces Encuentro Nacional de Mujeres, actualmente Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, y que “toda la lista de las bandas eran banditas de chabones, no había una sola banda de pibas”.

Ahí fue cuando Moran explicó: “Había salido la grilla de las bandas que iban a tocar y eran todas de chabones, vimos eso y dijimos no hay chance de que esto suceda. Nos habíamos juntado dos veces a buscar en Youtube ‘tutorial de cumbia’, realmente lo intentamos y teníamos ese ímpetu, y cuando vimos la grilla le hablamos a la chica que organizaba y le dijimos que nos anote”.

¿Por qué “Fuega Paliza”?

“Estábamos entre el nombre Fuega o Paliza, como que habíamos hablado de un nombre contundente y corto. En ese momento nos anotaron como Fuega Paliza”, transmitieron las entrevistadas, y dijeron que una referencia que tienen como grupo, desde que vieron su documental, es la Organización Negra: una organización de performance post dictadura. “Es muy disruptivo, muy de la impresión para cautivar”.

Moran volvió a tomar la palabra: “Queríamos decir cosas que en el momento teníamos muy adentro. Todo esto fue por agosto y septiembre del 2018, que fue antes de que se dé la ola de escraches tan masiva que sucedió en diciembre de ese mismo año, que si bien socialmente se empezó a tomar a partir del escrache que hizo Thelma Fardín, en el colegio ya se venía dando que durante el año salieron escraches”.

Las artistas sienten que esto no es una casualidad. En el festival del colegio hicieron la primera performance “que fue muy verborrágica, muy hablada y con mucho grito y un poco de baile en el medio. Me sale describirla como bizarro”, dijeron al recordar que en un momento determinado Eva entra en la escena con una máscara de Mauricio Macri mientras sonaba el himno argentino, que habían editado para que se parezca al de Estados Unidos.

Las feministas manifestaron que lo que hizo que continuaran creando contenido fue la sensación de esa ocasión. “Mucha potencia. Habíamos gritado un montón de cosas en frente del patio lleno del colegio, y había muchísima gente y mucho silencio. Estaban todes re de la cara”.

“A mí me pasa, y creo que a todes nos pasa, que esa intervención técnicamente y teniendo en cuenta los recursos no es la mejor porque el vestuario y todo era muy simple, pero en cuanto a la sensación de poder decir todas esas cosas tragadas que son cosas que ahora obviamos, pero poder gritarlo frente a las mismas personas que lo ejercían: nuestros compañeros, nuestros amigos”, Naxaren Sansoni manifestó que ese día fue una suerte de escrache en sí, una denuncia.

¿Con qué se queda el público después de ver una performance de Fuega Paliza?

Las respuestas a esta pregunta fueron variadas. “Yo creo que incomodidad”, dijeron en un primer momento. Después ampliaron. “Con nuestras performances buscamos siempre shockear, generar a partir del impacto. Siempre es desde ahí: gemidos, gritos, interactuamos mucho con el público. Les pasamos por al lado o los tocamos”.

Hay una clara intención de hacer que los espectadores sean parte de la performance en todo aspecto de lo que está pasando en el show. “No hay tanta escena, capaz a veces estamos en medio de todo el público, entonces se unifica y al estar tan vivenciada la experiencia para la gente que nos ve y está participando es impactante”.

Las artistas concluyeron que en general no usan palabras para describir la performance una vez que terminó, porque muchas veces no pueden decir nada. El público se queda pensando y cuestionándose cosas, y ese es el objetivo de Fuega Paliza: sembrar una pregunta.

“Esa es la idea más que nada. A pesar de que al pricipio eran más explícitas las perfos, porque decíamos: ‘Este personaje es la opresión’, ahora lo seguimos haciendo pero es un poco más abstracto quizás para que haya varias interpretaciones de la misma performance”, compararon entre sus primeros shows y los últimos.

La performance no termina cuando Fuega Paliza se va, sino que los espectadores se quedan pensando. “La última que hicimos fue en noviembre en la que hablamos del golpe de estado en Bolivia y la situación de Latinoamérica. En un momento había unos personajes con unas tiras que se cortaban. Nosotres lo habíamos pensado como la castración y mi hermana lo interpretó como las trenzas de las cholas siendo cortadas”.

Comienza una nueva etapa del proyecto

Las entrevistadas anunciaron que están en un momento de introspección, “de frenar un poco el carro y pensar qué queremos hacer y cómo. Más que nada porque nosotras íbamos a la secundaria juntas entonces estaba mucho esto de: ‘En el recreo lo vemos’”. Ahora se convirtieron en ocho personas con horarios diferentes, y ante esto pretenden volver el proyecto algo más profesional “en cuanto a qué imagen virtual queremos dar”.

Cada uno de los miembros va a indagar en cosas distintas en este nuevo momento de su vida y la idea es traer eso para que sume al proyecto. “Yo estuve haciendo una obra entonces traigo toda la data que aprendí para Fuega Paliza, y así con todo”, afirmó Naxaren Sanzoni.

Por su parte, Grosman comunicó que uno de los objetivos para este año es entrar en espacios nuevos, como la calle. “Capaz llegar a una calle e intervenir ahí. Hay bandas que avisan dónde van a estar y simplemente se ponen en una esquina a tocar. La gente que pasa los ve, y si alguien vio por las redes el aviso también se suma”.

“Está bueno porque llama a gente distinta. En general cuando nos llaman de algún lado, de alguna manera conocemos a la gente que va o son ambientes feministas. No es lo mismo hacer una performance en un contexto donde la gente comparte ciertas ideas que hacerlo en la calle”, destacaron las artistas sobre este nuevo medio para ellas.

“La calle es un ambiente donde no sabés, toda la gente es distinta y tiene distintos ideales. Lo que estamos pensando más que nada es eso, expandir los ambientes que son quizás más ricos en ese punto, también es más disruptivo. Nos exponemos un monton, desde nuestros cuerpos y desde lo que sentimos. Siempre nos abrimos un montón”, reconocieron los miembros del grupo.

 “Yo creo que hablamos desde lo visceral nuestro, desde las cosas que nos pasan con las cosas que pasan”

Las jóvenes demostraron que siempre piensan qué decir y desde qué lugar decirlo cuando hablan de algo que no las interpela del todo. Un ejemplo de esto es el golpe de estado de Bolivia o la violencia obstétrica.

“Trabajamos lo que sentimos en la yuxtaposición de la coyuntura mundial, regional y nacional, pero también la emoción de nosotras como grupo. Al ser un grupo de amigues, venir del mismo colegio, haber compartido tanto tiempo, es como que podemos tomar ese trabajo de charlar lo que sentimos e intentar transformarlo en performances”, expresaron.

Para más información sobre las próximas fechas del grupo, seguir a @fuegapaliza en Instagram, también hay fragmentos de performances y fotos en su perfil. La entrevista concluyó con el anuncio de que Fuega Paliza está trabajando en material audiovisual para las redes.

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