Ya pasaron 14 años y cuatro meses del incendio en el boliche -ubicado en Bartolomé Mitre 3060, en el barrio porteño de Once- durante un recital de la banda de rock Callejeros, oriunda de La Matanza.
Esa trágica noche del 30 de diciembre de 2004 murieron 194 jóvenes y resultaron heridos más de 1400, algunos de los cuales fallecieron posteriormente producto de secuelas físicas o psíquicas.
Por Emilio González Larrea
Después de la clausura del lugar quedaron tiradas, durante todo este tiempo, las pertenencias de los jóvenes que estuvieron esa noche, como remeras, mochilas, llaves, banderas, zapatillas, etcétera.
En el mes de enero de este año las cosas fueron puestas en un volquete y se las llevaron. Los familiares se informaron por vecinos del barrio de Once que vieron camiones y obreros en el lugar. Posteriormente se comenzaron a realizar obras en el inmueble, pintaron las paredes, sacaron los paneles del techo, retiraron las barras, etcétera.
El ex dueño, Rafael Levy, quien fue condenado a cuatro años y medio de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 24 de la Capital Federal, por considerarlo “autor penalmente responsable del delito de incendio culposo calificado” y de “haber provocado, con acciones u omisiones, la muerte de 193 personas y lesiones a por lo menos 1400” que está actualmente en libertad condicional, reclamó la devolución de la propiedad, a lo cual accedió el Tribunal, y el 15 noviembre del año pasado le entregó las llaves del inmueble.
Esto ha indignado a los familiares de las víctimas que reclaman la entrega del local para convertirlo en un sitio para la memoria sobre la tragedia. El sábado 4 de abril se realizó una reunión de los mismos en el Centro Cultural de la CCC, en Roma 3240, Isidro Casanova, donde debatieron el curso a seguir para lograr ese objetivo. Diario NCO, presente en el lugar, dialogó con alguno de ellos.
Mirian Araneda es vecina de Casanova y mamá de David Chaparro que con 14 años murió en el incendio esa noche.
“Nos hemos reunido familiares y sobrevivientes de Cromañon para exigir la entrega del local, donde sucedió la tragedia, para que lo podamos convertir en un espacio para la memoria sobre los pibes víctimas de ese crimen contra la juventud. Vamos a impulsar junto con algunos legisladores que la Legislatura de la CABA nos apruebe la ley de expropiación del inmueble y así entregarlo a los familiares”, dijo.
Y agregó: “Estamos pensando en cómo usaríamos el lugar, si como centro cultural, museo o lugar de prevención de siniestros. No lo hemos definido aún, estamos debatiendo entre nosotros. También tenemos la idea de que los 30 de cada mes se realicen festivales para la juventud en ese lugar y concientizar para que estos eventos no se conviertan en un factor de riesgo”.
José Guzmán también perdió a su hijo Lucas en la tragedia del 30 de diciembre de 2004.
“El Tribunal Oral en lo Criminal N° 24 ha tenido una falta de respeto con nosotros, ya que no avisó a la querella que el anterior dueño (Rafael) Levy reclamaba la llave del local, una vez que este recupero su libertad”, señaló.
En este sentido, añadió: “Ha sido una sorpresa que el tribunal le entregara la llave a este personaje sin avisarle a los familiares. Fuimos a la Jefatura de la Ciudad a pedirle una reunión a Rodríguez Larreta y nos esperó con 35 efectivos de infantería, escopetas y máscaras antigás, para recibir a 30 familiares que fuimos pacíficamente a entregar un petitorio para que nos informaran acerca de qué trabajos estaban realizando en el lugar del ex boliche Cromañón”.
“Por eso hoy nos hemos reagrupado para continuar la lucha que venimos llevando durante 14 años y cuatro meses, hoy con el objetivo de recuperar ese lugar para los familiares y sobrevivientes de la tragedia. Este reclamo lo vamos a presentar a la Legislatura de la Ciudad para que se expropie el lugar y se nos lo entregue para convertirlo en un espacio de memoria de esa tragedia”, concluyó.
