Este simpático clown hace más de 30 que busca la alegría de los más pequeños, con diferentes personajes. Ahora, emula a Piñón Fijo, pero comenzó como “Coquito”, personaje que surgió cuando recibió el traje del payaso Anacleto, que trabajaba junto al gran Pepitito en El circo de Marrone. “Vivo por los chicos”, dijo en diálogo con NCO. Dato curioso: no vive de su actividad artística. Es funcionario municipal en Almirante Brown.

“Las Manos Solidarias”

En el distrito, este payaso es muy conocido. De hecho, participó, entre otras cosas, de la fiesta del Día del Niño realizada por el merendero “Las Manos Solidarias de La Matanza” y fue aclamado por grandes y chicos.

“Lo hago hace 10 años, pero mirá que no vivo de esto, eh”, aclaró Piñón Fijo, el clon ante la primera pregunta. Es que hace una década que imita al famoso payaso cordobés, pero su arte viene de mucho más atrás. Siempre con una sonrisa que se dispone a contagiar a grandes y a chicos, no toma como una molestia la hora y media que tarda para ponerse igual a “su clon”. “Soy medio inquieto”, asegura. ¿Una frase que lo define? La que suele decir: “Cuando me necesiten, pueden contar conmigo”.

“Desde 1980 que me gusta regalar ilusiones a los más pequeños. Sin embargo, hace 10 años que le puse el pecho, la fe, a una pequeña enfermedad. Gracias a la fe y a las pilas que le pongo día a día, hoy en estoy bien. Será que siempre me levanto con una sonrisa, aunque me duela algo”, mencionó.

Sus inicios

Y se refirió a sus comienzos, hace 34 años: “Un amigo de la familia era el Payaso Anacleto y me prestaba la ropa. Me llamaban ‘El payaso Coquito’. Él trabajaba con (José) Marrone”. Pero años más tarde, tuvo que ser fuerte para afrontar el problema de salud que lo aquejó. “Me tocó pelear con una nana jodida e hice una promesa. Me aferré a los afectos y a la enseñanza de mi madre que, cuando yo tenía cuatro años, tuvo cáncer de mama y luchó día a día. Se me fue a los 94 de neumonía”.

Tiempo después, conoció a Rubén Dos Santos y Sandra Bustos, los titulares del merendero Las Manos Solidarias de La Matanza, que suele ser noticia en este medio por los avances que obtuvieron en los últimos años en la atención hacia los niños y las niñas de la zona de Isidro Casanova y Rafael Castillo. “Fue en el Teatro Don Bosco, de Ramos Mejía”, comentó.

“Lo mío es pura solidaridad. Voy a todos lados, no cobro. Puedo nombrar a los lugares que fui y sigo repitiendo año tras año. En Almirante Brown, recorro los comedores y jardines infantiles, además de sociedades  de fomento y clubes”, destacó.

En La Matanza, por su parte, dijo que participó de eventos realizados en Ciudad Evita, los de Las Manos Solidarias y en los de la fundación Cadenas. “En Moreno estuve dos veces el año pasado, como así también estuve en Quilmes y en Florencio Varela. Son varios los lugares a los que voy seguido, con el sólo objetivo de regalar ilusiones. De hecho, si se fijan en mis fotos, verán que cuando estiro la mano para tocar las de ellos, es como una comunicación que tenemos. Ahí me digo: ‘Creo que cumplí su ilusión’ y me pongo más feliz”.

Por otra parte, al referirse a cómo es la respuesta de su público, explicó que los chicos y las chicas reaccionan “con asombro y felices” y que a los grades se los ve “contentos porque ven a ellos y a ellas muy bien”.

“Lo único que me pone mal es cuando voy a fundaciones o a hogares porque te tenés que esmerar para, además de ilusiones, darles mucho amor”, admitió.

Para quienes tengan ganas de conocerlo, cabe destacar que el mes próximo vuelve al ruedo con los espectáculos en su distrito, el mismo que hace casi dos años, en un encuentro, le otorgó junto a otro payaso un diploma por cumplir 9 años de trayectoria como “el clon” y por “alegrar los corazones de los niños”.

Hablan de él…

A fines de agosto pasado, según comentó Sandra Bustos, titular del merendero Las Manos Solidarias de este partido, en el encuentro que realizaron para el Día del Niño llenaron una cuadra de gente. Hubo espectáculos, regalos y hasta fueron acompañados por un grupo de motoqueros.

“Estuvo genial. Fue un gran evento y llenamos la cuadra de gente. Realmente estamos muy felices y, como digo siempre, esto lo hacemos entre todos y con muchísimo esfuerzo. Nosotros organizamos y la gente se suma con su solidaridad”, enfatizó la mujer, que además es enfermera, operadora social y profesora en psicología social.

En este sentido, tanto ella como su esposo Rubén agradecieron “a todos los grupos de motociclistas que formaron parte de esta increíble caravana solidaria que llegó a las Manos Solidarias de La Matanza para brindar mucha alegría a los chicos. Gracias por venir cargados de donaciones y hacer felices a muchos niños, un placer como siempre recibirlos en nuestra gran familia”.

De ese encuentro, participó “Piñón Fijo, el clon”, que puso a bailar a grandes y a chicos, además de regalar sonrisas por ilusión, por asombro, por gracia y por gracias.

“Muchísimas gracias por crear este momento tan mágico. Sos un gran artista que brilla con luz propia y detrás del personaje, una gran persona. Estás en nuestro corazón”, señalaron desde la entidad. Todo dicho.