Número de edición 8328
La Matanza

Diez años de solidaridad

Diez años de solidaridad.

“Nos comprometimos no solo en brindar el alimento sino también todas las herramientas posibles para transformar la realidad”

Sandra Bustos, directora junto a Rubén Dos Santos del comedor y espacio cultural Las Manos Solidarias de La Matanza, brindó una nota muy emotiva a Diario NCO, en el marco del décimo aniversario de este proyecto. La mujer informó sobre las necesidades de las familias y qué hacen día a día para ayudarlas.

“Yo, desde que tengo uso de razón soy solidaria, y Rubén también. Estábamos siempre presentes en todo aquel que lo necesitaba”, comenzó la entrevistada. El pasado martes, el comedor cumplió una década.

“Nuestro proyecto, que surgió en el 2009, tiene una historia de vida atrás. No sé si recordarás la pandemia de la gripe A, Rubén fue afectado y la pasó muy mal, a tal punto que una vez cuando lo visité enla Cruz Celeste, el jefe de terapia me dijo que realmente la cosa estaba muy mal, y que había que esperar un milagro”, dijo.

“Yo esperé ese milagro, entré a verlo y le dí fuerzas, le dije que estaba segura de que iba a salir de esta. A medida que pasaban los días, Rubén estaba evolucionando y el médico me dijo que era increíble cómo se iba revirtiendo la situación. El milagro estaba llegando. Rubén salió de alta un nueve de julio, y por eso esta fecha simbólica”, reveló la vecina matancera.

Bustos compartió entonces cómo surgió el comedor. “Ese día le estaba preparando la leche a mis hijos cuando golpearon la puerta, eran unos nenes que siempre pasaban pidiendo. Creo que eran seis y los hice pasar a merendar con mis hijos.

En ese momento, verlos comer con desesperación me hizo invitarlos a merendar cuando quisieran. Nos miramos con Rubén y supimos que este era el camino, era la señal para reivindicar la vida, en agradecimiento a esta nueva oportunidad que recibió Rubén”.

“Fue un jueves. Los chicos volvieron el lunes siguiente pero ya eran tres más. Los hicimos pasar, al otro día volvieron y eran cuatro más. Ese fue el comienzo de nuestra labor que amamos”, explicó la madre de familia.

La mujer solidaria manifestó la situación del espacio. “La base de las manos solidarias de la matanza es el comedor y merendero infantil, después surgió el espacio cultural. En realidad los chicos asisten en busca de un plato de comida, muchas veces es lo único que comen en el día. Hacemos cena todas las noches y merienda todos los sábados, que es el momento en el que también hacemos los talleres”.

“Arrancamos con los talleresen el 2012. El primer año fue muy duro, tuvimos que trabajar con muchas costumbres y hábitos de los chicos: no sabían compartir, se golpeaban. Hubo que hacer un trabajo de mucho compromiso, realmente muy intenso”, dijo.

El valor que la vecina matancera le da a los talleres es enorme: “La parte de cultura es un espacio muy importante para todos los chicos, y fortalecer la parte emocional. Las familias que nosotros asistimos tienen todas las problemáticas sociales que te puedas imaginar, uno también tiene que aportar talleres creativos donde los chicos puedan expresar lo que les surge”.

“Hay otro tipo de taller que tienen que ver con la autoestima, ese es más profesional y lo hago seleccionando aquellos niños y niñas en los que puedo observar que su autoestima está en una condición muy baja, armo el taller con actividades específicas, que tienen que ver con auto valoración para fortalecer esa parte. También hay talleres de reutilización en donde hacen diferentes manualidades”, transmitió Bustos.

La mujer, que también es profesional de la salud, sabe que el punto de partida para que los niños que asisten a Las Manos Solidarias de La Matanza puedan tener un futuro mejor es la educación, por eso el taller de apoyo escolar se da durante todo el año.

También hay talleres para las madres. La mujer entiende que es importante fortalecer la autoestima de los adultos porque ellos son el sostén de sus hijos. “Se nota muchísimo toda la evolución, los chicos se sienten muy contenidos y piden ellos mismos diferentes talleres. Cambian muchísimo su actitud, se los nota mucho más tranquilos y se nota también afuera. Me lo dicen sus madres, la gente del barrio. Todo taller creativo es transformador. Y es muy notable en el taller de autoestima también”, declaró.

La entrevistada manifestó su agradecimiento por el apoyo que reciben. “La gente se va sumando constantemente. Tenemos muchos grupos, familias, amigas y amigos, que están desde el día uno. Se acercan y se quedan admirados de la labor y del compromiso que ponemos. Y confían mucho en nuestra transparencia, porque tratamos de que la gente no dude de que las cosas que donan se las damos a los chicos”.

Sin duda, Las Manos Solidarias ha crecido mucho comoinstitución, y hoy en día es un referente en toda La Matanza. Sin embargo, muchas veces se les dificulta a los directores costear los gastos de este espacio solidario.

“La feria solidaria fue una idea que tomamos en conjunto con Rubén, porque lamentablemente la suba de los servicios es cada vez peor, todo nos cuesta el triple por el hecho de tener un comedor, y hay muchos artículos que no llegan por donación. Entonces se nos ocurrió esta idea para ir solventando los gastos que vayan surgiendo. También lo hacemos a un precio solidario para beneficiar a las dos partes”, contó la vecina matancera.

La madre de familia nos transmitió las carencias de la gente con la que trabajan.“Hoy por hoy hay mucha necesidad de comida, las familias solo comen acá. Es muy triste, y en la actualidad aumentó la demanda. Los alimentos están carísimos y hablamos en su mayoría de familias numerosas. La gente se acerca para buscar un plato de comida para sus hijos, también tenemos abuelas que están viniendo también al comedor”.

“Se sienten contenidos porque se crea un vínculo muy directo, nosotros siempre decimos que somos una gran familia, todo el que llega a Las Manos Solidarias es nuestra familia. Acá se cocina como en casa, los chicos comen en el comedor, yo me encargo de la cocina y amo cocinarles, y las familias obviamente notan eso”, concluyó Bustos.

Por el aniversario, el sábado hubo un festejo que consistió en compartir una merienda y una torta especial con todas las familias. Habrá un “mega festejo” al aire libre para el día del niño, abierto a toda la comunidad. La información se puede encontrar en la página de Facebook, a la que se puede acceder también para brindar ayuda en el espacio. También pueden acercarse directamente a Caupolicán 5836, Isidro Casanova.

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