Número de edición 8328
La Matanza

Debate :La Re re y el Voto a los 16; Por el Lic. Jorge Amaya

NCO decidió abrir el debate sobre una decisión que genera polémica  y distintos puntos de vista, están convocados e invitados a participar, funcionarios  dirigentes y actores sociales  enviando su opinión a diarionco@gmail.com. Hoy el  Lic. En Ciencia Política Jorge Raúl Amaya y  La Concejal María Laura Ramírez aportan su juicio respecto al tema que seguramente, no importa para que lado inclinen la balanza ambas Cámaras Legislativa de la Nación dejará dividida la sociedad .

Saludo la iniciativa de NCO para incentivar el debate público con respecto a temas de la actualidad

Por Jorge Raúl Amaya. 
Licenciado en Ciencia Política.
Presidente de la Asociación de Politólogos de La Matanza

El tema planteado es la re re elección y el voto a los 16 años. Con respecto a la posibilidad de reformar la Constitución Nacional, de forma que quede habilitada la posibilidad de un nuevo período presidencial para la señora Cristina Fernández, se trata de una especulación impulsada principalmente por los medios de comunicación y algún sector de la oposición al gobierno. De parte de la señora Presidenta no ha habido ninguna mención sobre su continuidad después del 2015, por lo tanto, puede afirmarse que es una especulación sin fundamento hasta el momento, aunque hay personalidades del oficialismo que se pronunciaron a favor de un nuevo período para la Presidenta actual, lo que merecería otra lectura.

En cambio, la reforma a la Constitución (dejando fuera la re re) sí ha sido planteada por algunos sectores afines al gobierno como es el caso de Carta Abierta o del Movimiento por una Nueva Constitución Emancipadora y un Nuevo Estado. Al respecto, opino que es muy sana la actualización de la Carta Magna y que todos los países republicanos y democráticos la practican. Debe quedar claro que una constitución no es un texto dogmático como es la Biblia o el Corán, que por el sagrado valor de su contenido no es pasible de modificación alguna, sino una ley fundamental que incluye además en su artículo 30 la posibilidad de su modificación.

Mi posición personal es que hay temas fundamentales que debieran formar parte de la agenda pública y que, de esta forma, se elevaría el nivel del debate en lugar de cuestiones triviales o infundadas o, peor aún, de la utilización de un tema serio para realizar meros pronunciamientos opositores.

Por mi parte, enumero un breve e incompleto temario que deberían ser considerados en la nueva Constitución:

 

1) Con respecto al dominio de los recursos naturales, que actualmente está en manos de las provincias, debe debatirse la conveniencia de que quede en manos de la nación.

2)  La regresividad o progresividad de los impuestos, es un tema que debe quedar claro en la Ley Fundamental. Hay que obligar con la legalidad a los gobiernos futuros a reducir progresivamente los tributos regresivos y, a la vez, aumentar los progresivos, de forma que paguen más los que más tienen y se vaya liberando a los estratos más bajos de la sociedad de injustas cargas.

3) Hay que considerar la creación de un tribunal que se ocupe de determinar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes. Debe terminarse con la hipocresía que permite que una “medida cautelar”, detenga la puesta en marcha de una ley aprobada por el Congreso Nacional y promulgada por el Poder Ejecutivo.

4) Se debe profundizar sobre el tema de los servicios públicos y deben declararse de interés público todos aquellos sectores estratégicos, por ejemplo: el transporte, la salud, la información, la cultura.

5) Debe incluirse la profundización de nuestro país en lo que respecta a la integración latinoamericana y los organismos internacionales que la sostienen.

 

Los enumerados son solo algunos de los temas trascendentales que propongo para que discuta la dirigencia política y el público interesado en general.

Me resta sólo ofrecer mi opinión con respecto al proyecto de ley que habilitaría a la franja etárea entre 16 y 18 años a emitir su voto en las elecciones nacionales.

Al respecto, considero que hay tres conceptos fundamentales para analizarlo; que son: 1) el político; 2) el jurídico; y, 3) el que refiere a la democracia.

Desde la perspectiva política, debe considerarse que no hay ninguna razón para sostener que los adolescentes beneficiados con el proyecto de ley sean votos cautivos del Frente para la Victoria; y si así fuera, esta conclusión hablaría muy mal de los partidos opositores que no logran captar el apoyo de la juventud pues no solo demuestra que no tienen presente sino algo peor: no tienen futuro.

Desde el aspecto jurídico es, claramente, una ampliación de derechos que puede compararse a la que sucedió en 1947 cuando las mujeres adquirieron derechos políticos.

He leído en algún foro que se esgrime la razón de que “si los jóvenes quieren votar” también deben ser imputables en lo que a actos delictivos se refiere. Cabe aclarar que la franja etárea de la que estamos hablando, sí es imputable de los delitos que cometiera, y así se hace, lo que no está permitido es que sean encerrados en un penal para mayores pero son conducidos a un correccional para menores. Esta es la ley.

Finalmente, la democracia está basada en la facultad de los pueblos para elegir a sus gobernantes y a la vez posee la virtud de la perfectibilidad, es decir, puede ser mejorada día a día. A partir de la promulgación de la Constitución Nacional de 1853/1860, las elecciones fueron una farsa pues se votaba a viva voz, con el padrón del ejército, en presencia de todos y, muchas veces, con la punta de un cuchillo en la espalda. Eran los tiempos de Juan Moreira y los matones contratados para que obliguen al pueblo a “votar bien”.

Años después y con la aprobación de la denominada ley Sáenz Peña, se elabora un padrón electoral, y se impone el voto secreto, universal y obligatorio.

Un nuevo avance de la democracia se produce en 1947 a instancias del gobierno peronista y de Eva Perón en particular: el voto femenino y la posibilidad de que la mujer pueda ser elegida para cargos de gobierno.

En la actualidad, y debido en parte a los avances en las comunicaciones y los medios de información y, por otra parte, al evidente y renovado interés de la juventud por la política, se hace necesaria una nueva ampliación de la democracia, y se trata de brindar a los jóvenes de entre 16 y 18 años la posibilidad de emitir su voto.

En mi opinión, no es razón para negar este derecho, afirmar que “no están preparados” o “no tienen la formación suficiente”, pues entonces pregunto: ¿quién me asegura que un ciudadano de 18, 30 o 60 años sí está preparado o formado o informado lo suficiente como para tener la responsabilidad de elegir gobiernos?, la respuesta cae de madura: nadie. Pero no se trata de verificar la cualificación del ciudadano sino del derecho básico en una democracia a elegir a sus representantes y la ampliación de la democracia debe ser siempre bienvenida para quienes pretendan merecer el rótulo de verdaderos demócratas.

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Un comentario

  1. ENTONCES TAMBIEN ESTAN LISTOS PARA IR PRESOS, CUANDO COMETEN DELITOS. DEJENLOS MADURAR, YA NO SABEN A QUIEN DEJAR VOTAR PARA SUMAR ALGUN PUNTITO MAS EN LOS VOTOS , PORQUE LOS QUE PIENSAN YA LOS ESTAN PERDIENDO CON LAS CAGADAS DE LA LOCA.

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