En un Patio de las Américas repleto y miles de personas en las inmediaciones de la UNlaM, la exmandataria habló sobre varios temas y remarcó que “quienes se beneficiaron con el modelo macrista le presten atención a los que apenas pueden sobrevivir».
Luego de su visita a la ciudad de Posadas, Misiones, y su viaje relámpago a Cuba para ver a su hija Florencia, Cristina Fernández de Kirchner llevó su gira “Sinceramente” al Distrito que más votos le dio al peronismo en la última elección y afirmó que “el próximo Gobierno tiene que hacer algo para ponerle un punto final al endeudamiento de la Argentina”.
La ex presidenta insistió con una idea que desenvuelve en cada una de sus últimas apariciones: la necesidad de discutir en el Congreso una legislación que ponga un alto a los acelerados procesos de endeudamiento externo que cíclicamente destruyen la economía del país.
En sintonía, repasó que cuando Néstor Kirchner canceló en 2005 la deuda con el FMI pagó casi 10 mil millones de dólares de préstamos a los que se accedió durante más de cuarenta años y que el gobierno de Macri en solo un año endeudó al país en 57 mil millones.
«Estas son las cosas que tenemos que ver. Hay que asegurar que no vuelva a pasar. No puede ser que desde Rivadavia discutamos lo mismo. El próximo Gobierno tiene que hacer algo para ponerle un punto final al endeudamiento de la Argentina», denunció.
Las mentiras macristas a lo largo de sus cuatro años de Gobierno
La actual senadora tuvo tiempo para referirse a las miles de promesas incumplidas de Macri y su equipo desde el 10 de diciembre de 2015 hasta los días que corren y lapidó al expresar que «propusieron pobreza cero y nos vamos con leyes de Emergencia Alimentaria”.
Sobre eso, recomendó que «nadie les mienta haciéndoles creer que el fracaso de esto es por la impericia o la inutilidad de un presidente». «Que se hagan cargo los que levantaron estas políticas durante años y hoy tenemos estas consecuencias», complementó.
Asimismo, en referencia a los ataques constantes que recibió del macrismo cuando aún era presidente, Fernández disparó que «no era cierto que la inflación era por emisión monetaria, no era cierto que con tarifas altísimas iban a venir inversiones» y criticó que solo produjo «rentabilidades brutales para las empresas energéticas».
También requirió discutir los márgenes de ganancias astronómicas de las empresas que producen alimentos y artículos de primera necesidad de la población. «Esto no es para que nadie pierda plata, es sentido común, porque cuando estábamos nosotros se cansaban de ganar plata y ahora sólo un pequeño grupo gana», manifestó.
Le dejó un mensaje al pueblo
Por otro lado, pidió al pueblo trabajador que «pensemos que el Estado no es alguien que les es ajeno, es el instrumento para que pueda ayudar alos más débiles frente a los más poderosos. La política es el único instrumento que tienen los menos favorecidos para que alguien los defienda y represente».
Conjuntamente, hizo hincapié en que «las fuerzas laborales de un país no son a fuerza de látigo y explotación, son a fuerza de socialización y educación». Y agregó: “Para educar a un país y a una sociedad para el trabajo tienen que ver que hay trabajo y cómo es el trabajo desde la casa. Si no lo ves desde la casa se torna ininteligible».
No obstante, hizo foco en la importancia de poner a la ciencia y a la tecnología en un lugar «estratégico» porque «el conocimiento es lo único que nunca se agota». «Vos podés pensar un proyecto estratégico de país únicamente si apuntás al conocimiento como recurso estratégico para agregar valor», resaltó.
Por último, señaló que «es compleja la Argentina que se viene», pero que confía en «la construcción política» y en Alberto Fernández, a quien calificó como un dirigente «de mucho diálogo» y concluyó que «quiero que los sectores que más se han beneficiado le presten un poco de atención a los que apenas pueden sobrevivir».
