El presidente de la Red Solidaria de La Matanza habló sobre la situación que está atravesando su grupo de acción en el Municipio, que pasó de brindar casi 1000 platos de comida por día a gente en situación de calle o en situación de vulnerabilidad a tan solo 70.
La solidaridad es algo que a pesar de las circunstancias nunca se termina de extinguir, pero la imposibilidad de poder recorrer las calles con normalidad provoca que mucha gente no pueda ayudar, aunque quiera y tal es el caso de este grupo de ayuda matancero que dejó de recibir donaciones y cada vez se le hace más difícil poder brindar comida caliente a quienes más lo necesitan.
En una nueva emisión de Haciendo Radio, que sale de lunes a viernes de 10.30 a 13 por la 2020 Radio NCO (Www.diario-nco.com) el entrevistado contó cómo era el trabajo antes de la pandemia y el rango de atención que manejaban: “Esto es una tarea diaria, de lunes a lunes y no solo tiene que ver con gente en situación de calle, sino también con gente que no la estaba pasando bien o estaba en una situación delicada por la economía del país”.
Con el correr de los días el panorama fue cambiando y a partir del primer día de la cuarentena todo cambió. “Fuimos mutando de acuerdo a las circunstancias que nos iba llevando la pandemia. Nos limitó mucho a los siete grupos para recorrer La Matanza a altas horas de la noche a buscar esa gente”, indicó Cornejo.
Asimismo, también buscaron ayudar con los elementos de higiene a la gente que vive en la calle: “Más allá de la comida tratábamos de darle cosas que les sirva. Alcohol en gel, lavandina, barbijos y esas cosas. Ellos no tienen paredes donde resguardarse y están expuestos a la situación”.
La profunda caída de las donaciones.
Es preciso destacar que este grupo de voluntarios que cada día intenta llenar el estómago de gente con hambre, no cuenta con recursos estatales de ningún tipo y solo trabajan en grupo y cocinan sus viandas en base a la ayuda de gente común, vecinos y comerciantes.
“Recibimos alimento y vamos cocinando y repartiendo con esos siete grupos. La gente se empezó a quedar sin alimentos, los comerciantes no tenían stock y, por ende, la ayuda bajó. De un momento a otro bajamos a la mitad la cantidad de platos que entregábamos. De 800 pasamos a 350”, detalló el presidente de la Red Solidaria de La Matanza.
Lamentablemente, frente a la desfavorable situación el grupo tuvo que decidir qué casos eran más urgentes y dónde debía ir a parar la comida que hicieran: “Nos costó muchísimo poder superar la situación y tuvimos que elegir las zonas a las cuales ir. Buscamos alternativas, pero no hemos tenido mucho éxito y a través de algunas iglesias y alguna gente de Capital pudimos entregar algunos platos de comida en los paradores”.
“Solo un 30 por ciento de la gente tuvo acceso a estas viandas y ya después no se pudo salir por la cuarentena. Tuvimos que buscar alternativas y un compañero dijo ´yo voy a cocinar una olla de comida y salir a repartir por el barrio´. Y empezamos a buscar vecinos referentes que pudieran cocinar una olla en su barrio”, complementó el entrevistado.
Pudieron llegar a cocinar nada más que 70 platos de comida
Aquejado por la imposibilidad de ayudar a todos los que lo necesitan Cornejo se sinceró al expresar que “estamos en una situación muy complicada. Tenemos mucho miedo para lo que viene porque no tenemos ni los recursos ni la asistencia que se debería, pero vamos a seguir día a día desde nuestro lugar para ver como seguir ayudando y asistiendo al vecino que la está pasando muy mal”.
Para realizar alguna donación o querer ser parte del grupo de voluntarios pueden hacerlo ingresando a la página de Facebook “Red Solidaria de La Matanza” donde encontrarán más información al respecto. El hambre es algo que no espera y una donación puede cambiarle el día a quien está esperando con ansias un plato de comida.
