Número de edición 8328
La Matanza

Barrio Peluffo: calles anegadas y destrozos tras el temporal

Villa Luzuriaga

La postal de inundaciones y barro en ciertas zonas de este lugar es prácticamente común, pero lo que caracterizó a esta tormenta es la caída de un importante árbol ubicado en la vereda de una empresa constructora. Se desplomó y arrancó el tendido eléctrico. Hasta la tarde del lunes, permanecía el peligro para los transeúntes.

Nora Adámoli
Nova.periodismo@gmail.com

Asombrados, los vecinos miraban cómo ese grandísimo árbol, que por tantos años había estado en la vereda de la ex cementera Avellaneda (hoy, Tecnipisos) y un poco inclinado, cayó, cortando la calle y dejando su follaje en el predio La Candela, perteneciente al club Boca Juniors.

Nadie, ni siquiera los transeúntes tuvieron espacio para pasar y seguir su camino. Los camiones tuvieron que estacionar en el poco espacio que quedaba y esperar para ingresar a la empresa.

Lo que más preocupaba era que en el momento del desplome, el árbol arrancó los cables de energía eléctrica. De inmediato, colocaron las cintas de precaución y el personal de seguridad de la compañía avisaba a quienes llegaban a la zona que era peligroso hacer el intento de saltar el tronco.

También sobre la calle Chenaut, cayeron otros dos postes, que cayeron sobre las rejas de una casa. Ambos, como eran de madera y bastante cortos, no provocaron destrozos. La tierra, cabe destacar, estaba removida debido a que allí se tendió la red de cloacas el año pasado y como relleno, según mencionaron los habitantes, se colocó tierra colorada, que se transforma en barro cada vez que llueve.

Sobre Triunvirato, también se podían observar las plantas caídas, cortadas de cuajo por los fuertes vientos que azotaron a la región. En esa misma vía, la semana pasada habían caído dos árboles de un seminario. A la par y como punto a favor, se pudo constatar que las obras pluviales llevadas a cabo en esa calle, que solía inundarse, dieron muy buen resultado ya que en momentos estaba todo escurrido.

Al contrario, en varias calles que son perpendiculares a Monseñor Bufano (Camino de Cintura), la presencia de agua se hizo sentir y muchos vecinos no pudieron salir de sus casas como todos los días.

A su vez, informaron a este medio que en el cruce con Venezuela era complicado transitar a las 9, cuando la lluvia mermaba por la cantidad de agua que había quedado en la calle.

Uno de los inconvenientes se desató en la intersección de las calles Venezuela y Monseñor Bufano, en la localidad de San Justo. “Después de estas lluvias es un desastre circular por allí. La zona está destruida”, comentaba una vecina a NCO, prediciendo lo que sucedió ayer.

“La brea asfáltica está tan deteriorada que se originan pozos muy profundos. Los automovilistas y los chóferes de colectivos ya no saben por dónde esquivar los agujeros que quedaron en la calle y que no se arreglan. Al haber mucho tránsito, el asfalto se rompe y nos encontramos en situaciones como la que vivimos hoy”, dijo la mujer.

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