Lo primero que me sale decir, es que Alberto Balestrini fue y será siempre mi maestro. Y ojalá que algún día yo pueda llegar a ser un buen alumno de él.
Por Fernando Espinoza
Diputado Nacional
La Matanza, 11 de abril de 2019
No se imaginan el vacío que dejó y cuánto dolor y tristeza me embarga desde ese fatídico martes 11 de abril de hace dos años, porque en ese momento, no solo se fue mi maestro y conductor, sino que es día se marchó mi gran amigo, mi compañero de militancia y de vida. La partida de Alberto ha sido una pérdida irreparable, no solo para el peronismo, también para la política en general. Igual no dejó su legado de inquebrantables valores y su incansable militancia en defensa de los trabajadores.
Alberto era uno de esos tipos únicos e irrepetibles de la política, que sabía conjugar la firmeza de sus convicciones, con la sensibilidad del que conoce las carencias de los más humildes. Por eso estoy seguro que ha dejado su huella y además, estoy profundamente convencido de que siguiendo su ejemplo y enseñanzas, a partir de diciembre podremos volver a construir una Argentina con Justicia Social, como soñaron Perón, Evita y Néstor.
Alberto como persona fue uno de los mejores hombres que conocí en mi vida y como militante y dirigente político, fue un verdadero líder, uno de esos personajes nacidos para conducir. Los que lo conocieron o se enteraron de sus acciones políticas, saben que él cambió para siempre la historia de La Matanza, ya que hubo un antes y un después desde que él la condujo.
Con la doctrina en la mano y las enseñanzas de Perón y Evita en el corazón, Alberto Balestrini logró hacer realidad un montón de sueños que alguna vez tuvieron la mayoría de los más de 2 millones de vecinos que habitamos este lugar en el mundo. Y no solo eso, nuestro conductor traspasó largamente las fronteras del Distrito y como conductor provincial, fue reconocido y admirado dentro y fuera del peronismo, hasta transformarse en uno de los mejores dirigentes que dio nuestra Patria.
A dos años de su partida, Alberto está y estará siempre presente en cada uno de los militantes del peronismo y en cada una de las luchas que llevamos adelante día a día, en pos de mejorarle la calidad de vida a la gente y soñando permanentemente con hacer realidad ese legado que nos dejaron Perón y Evita.
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