Número de edición 8322
La Matanza

A puro pulmón: vecinas de San Javier piden ayuda para mantener un merendero

A puro pulmón: vecinas de San Javier piden ayuda para mantener un merendero.

Al comedor asisten todos los días más de 60 niños, pero la impulsora del comedor-merendero “El Progreso”, Claudia Leguizamón, explicó que no sabe hasta cuándo podrán mantenerlo por falta de recursos. “Necesitamos que nos ayuden porque lo hacemos todo a pulmón”, explicó.

En un contexto de creciente aumento de la pobreza, de despidos y cierres de empresas, la ayuda social se vuelve indispensable. Claudia Leguizamón, impulsora del comedor-merendero “El Progreso”, lo sabe muy bien y por ello alimenta todos los días a más de 60 chicos del Barrio San Javier, ubicado en la localidad Virrey del Pino.

El comedor se mantiene gracias a la voluntad de Leguizamón, sus hijas y algunas mamás del barrio, quienes aportan desde dinero hasta su trabajo para poder atender a los niños que allí asisten. No obstante, la mujer explicó que no sabe cuánto tiempo más podrá sostenerlo ya que aseguró que no tienen más dinero para seguir comprando los alimentos e insumos que se requieren.

En ese sentido, señaló que la idea de abrir ese espacio para que los chicos puedan alimentarse surgió a raíz de una serie de problemas personales que tuvo. “Perdí algo muy sagrado y a mis dos hijas las violaron; una de ellas me dio la idea de abrir este merendero y así empezamos con todo”, manifestó.

Es así que desde hace nueve años Leguizamón trabaja para mejorar la situación de ese barrio matancero y recordó que comenzaron “haciendo que zanjeen y arreglen un poco la calle, pero igual quedo a la deriva, desde ese momento me tome la responsabilidad de ser la coordinadora del barrio. La gente me apoya y acompaña”.

Sin embargo, asegura que desde que empezó a desarrollar esta actividad recibe amenazas constantemente. Ella sostiene que las mismas se deben a que hizo “muchas cosas para el barrio; además de abrir este merendero, tengo otros dos: uno en Villa Palito y en los kilómetros” y remarcó que tiene miedo por lo que pueda ocurrir con sus hijas.

En relación a la actual situación de “El Progreso”, Leguizamón explicó que “la comida para los 60 nenes se hace en dos ollas que ponemos con las chicas que trabajan conmigo, con mamás que no tienen sueldo pero me acompañan igual. Ponemos todo de nuestros bolsillo”.

“Necesitamos muchas cosas pero principalmente ollas, vasos, platos, sillas, cubiertos, manteles, una cocina y una heladera, porque la que teníamos se nos quemó y ya no tenemos ninguna, entre otras cosas”, precisó.

Quienes deseen colaborar con el comedero pueden acercarse a la casa en la que funciona el mismo, la cual queda en la manzana 0, lote 6, del barrio San Javier; o comunicarse por Claudia al 15-5054-1738 o Jesica al 15-3123-0366.

Foto: Claudia Leguizamón

 

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