El presidente de Perú, Ollanta Humala, afirmó que su segundo vicepresidente, Omar Chehade, sospechado de haber incurrido en tráfico de influencia, “haría bien en dar un paso al costado”.
“En lo personal pienso que haría bien en dar un paso al costado, pero eso debe nacer de él”, dijo Humala durante la entrevista televisada que concedió a cuatro periodistas para hacer un balance de los primeros 100 días de su gobierno.
El mandatario sostuvo que ese “paso al costado” permitiría a Chehade defenderse mejor de las acusaciones en su contra y reiteró que el gobierno no protegerá ni “blindará” a nadie, según reportó la agencia noticiosa estatal Andina.
Chehade fue acusado por la prensa de haber organizado una reunión con tres altos mandos de la Policía Nacional para que un hermano y un primo suyos pidieran el desalojo ilegal de una azucarera ocupada por sus trabajadores en beneficio del grupo empresario Wong, en el que trabajan los parientes del funcionario.
El Ministerio Público inició una investigación y Chehade, quien además de vicepresidente es congresista, debió declarar la semana pasada ante la Comisión de Etica del Congreso.
“Estoy muy tranquilo porque, a pesar de que el tema ha afectado mi honor y a mi familia, tengo la conciencia muy limpia”, aseguró entonces Chehade.
