El colapso del sistema de salud en Brasil, ante el recrudecimiento de la covid-19, obligó nuevamente al cambio del ministro de Salud, en un cuadro político agravado por el avance de la pandemia en las capas más ricas y progubernamentales de la población.
En 2020 las víctimas fueron principalmente los pobres en las metrópolis, los trabajadores en actividades consideradas esenciales y algunas regiones menos desarrolladas del país, como la del Nordeste y la capital del estado Amazonas, Manaus. Ahora la llamada segunda ola, que tiene un crecimiento explosivo desde enero, agrede a todo el Brasil de forma generalizada.
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Mientras tanto el Presidente Jair Bolsonaro, niega la gravedad de la situación y las medidas de prevención y recomieda tratamientos indicados para otras enfermedades, como cloroquina (malaria), ivermectina (parásitos) y antibióticos.
En 2020, los hospitales sobrepasados en su capacidad, eran los públicos, pero en este momento los centros privados fueron los primeros en quedar saturados, especialmente en las grandes ciudades,
Este mapa de Brasil muestra cómo evolucionó la utilizacion de unidades de cuidados intensivos en los 26 estados brasileños desde julio de 2020. El rojo señala la situación crítica en que hay déficit de unidades. Imagen: Fiocruz
“El interior del estado de São Paulo sufre el contagio de gente que dejó la capital en busca de la supuesta seguridad del campo o ciudades pequeñas y promueven parrilladas y fiestas” señalo Adriana Camargo, enfermera del Hospital Municipal de Paulinia, a 120 kilómetros de la suroccidental metrópoli de São Paulo.
Brasil está “cerca o delante de una catástrofe”, al tener 25 de sus 27 unidades federativas, con más de 80 por ciento de sus UCI ocupadas, estando a más de 90 por ciento de su capacidad en 15 de esos territorios, advirtió el informe del Observatorio Covid-19 de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
El nuevo ministro de salud, el cardiólogo Marcelo Queiroga, anuncio en conferencia de prensa el 16 de marzo que habrá cambios en las políticas sobre la Covid dictadas por el presidente Jair Bolsonaro.
“Se trata del mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia de Brasil”, según el informe del Observatorio Covid-19 divulgado el 16 de marzo en una edición extraordinaria, ante el cuadro crítico del país, que se agrava cada día. Hasta ahora se vacunó poco más de cinco por ciento de la población brasileña, de 212 millones.
Fiocruz es la principal institución de salud pública del país, un complejo de 16 centros de investigación, enseñanza, asistencia y producción de medicamentos y vacunas con alta reputación. Una de las usadas actualmente en Brasil, la de AstraZeneca y Oxford, se produce en la Fiocruz, con insumos chinos, entre ellos el ingrediente activo (IFA).
Los gobernadores de estado y alcaldes son los que conducen la política antipandemia en el país. Ellos esperaban del nuevo ministro por lo menos el suministro de insumos necesarios para el tratamiento de los enfermos y vacunas, cosa que no lograron.
En Porto Alegre la capital del estado de Rio Grande do Sul, debió instalarse un hospital de campaña. Aquí las muertes diarias por Covid se duplicaron en los primeros días de marzo.
Gobernadores de estado, presionados por el colapso de sus hospitales, se alzan contra el gobierno central que no provee las vacunas con la urgencia necesaria y boicotea sus esfuerzos para contener la diseminación del virus.
Algunos estados viven tragedias antes inimaginables, como los tres de la región del Sur, en que es fuerte el bolsonarismo y centenares de enfermos de Covid ya murieron esperando poder ingresar las UCI.
El gráfico del Observatorio Covid-19 de la Fundación Oswaldo Cruz muestra cómo evolucionó la pandemia de Covid en Brasil por el total de muertes registradas en cada semana (52 en 2020 y 11 en 2021). El dato semanal evita las oscilaciones diarias con menos registros en los fines de semana, cuando se reduce la actividad en la red de salud. Fuente: Fiocruz
São Paulo, el estado más rico y poblado (46 millones de habitantes), registró un promedio de 421 muertes, con un aumento de 62 por ciento.
Esta dramática situación obliga a reforzar las medidas de prevención y circulación de todos los países Latinoamericanos, que con excepción de Chile tenemos fronteras con el Brasil
Fuente: Fiocruz
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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