La situación se agrava cuando se tienen en cuenta las carencias no monetarias, de infraestructura, condiciones de vida, salud o educación. El conjunto deja a 8,8 millones con carencias de algún tipo, es decir, 2 de cada 3 chicos en la Argentina.
ALTA INFLACIÓN
«Los ingresos de los hogares se están actualizando por debajo de la inflación. Salvo que se produzca un shock de ingresos, la pobreza se va a mantener en valores elevados. Va a depender de las variables macroeconómicas», agregó el especialista en inclusión social de Unicef Sebastián Waisgrais .
La pobreza monetaria está en el 51,5%, un nivel «persistentemente alto» , porque está muy asociada a la macroeconomía, a los precios, tipo de cambio, actividad. «Hoy un hecho relevante es que hay pobreza con trabajo», agregó el analista. Los mecanismos de protección social permiten morigerar la tasa de pobreza , que sin ellos estaría superando el 55% y las tasas de indigencia pasarían del 14% al 19%.
Pero además, el 51,5% aumenta al 60% cuando la persona de referencia del hogar es una mujer o los ingresos no son registrados . Y trepa el 70% cuando el nivel educativo es más reducido. Cuando se vive en un barrio popular, la pobreza se acerca al 80% .
comedores POBREZA NO MONETARIA Y AUH
La pobreza no monetaria responde a la privación de derechos en función de los derechos del niño, los objetivos de desarrollo «y la propia Constitución», destaca Waisgrais. Cuando hay privación, los niños viven cerca de un basural o zona inundable. Cuando se mide la pobreza en términos de esos derechos, los niños y niñas alcanzados son 5,6 millones, mientras que hay 2 millones en situaciones extremas.
«Hay 1 millón de niños que están fuera de la AUH y que por diferentes motivos no están incluidos» , sostiene el especialista. Sobre la falta de cobertura, desde Unicef reconocen que «hubo medidas después de la pandemia para flexibilizar condiciones» , mientras que lo que se hace es generar operativos territoriales, en zonas alejadas, dispersas, con materiales bilingües e información. «Se desconoce que existe la AUH», explican sobre el alcance a nivel país.
Waisgrais agrega que «hay un segundo componente que tiene que ver en la AUH , que son las condicionalidades sobre el sistema educativo y vacunación, que está bien que existan, pero en la práctica puede haber otros componentes».
La pobreza no monetaria alcanza al 42,5% de los chicos, pero hay quienes están en las dos dimensiones. «Hay un 28,5% de niños en situación muy compleja porque están privados por ingresos y por derechos», agregó el analista de Unicef.
En total, si se suman los afectados por pobreza monetaria, por derechos y por las dos, hay un 66% de niños afectados. Dicho de otra forma, «dos de cada tres chicos y chicas de la Argentina experimentan carencias de algún tipo». Esto representa 8,8 millones de niños y adolescentes .
POBREZA CON TRABAJO
Por otra parte, los informes marcan que hay «mayor presencia de chicos en hogares donde hay ingresos por trabajo que de todas formas están dentro de la pobreza monetaria . Es decir, los salarios perdieron contra la inflación y 9 de cada 10 de los chicos en situación de pobreza viven en una familia con ingresos laborales.
La pobreza llega al 48,6% en los hogares cuando hay trabajadores. Cuando son empleos formales, cae al 32% mientras que en los informales aumenta al 60% . En los últimos años, como agravante, el empleo que se crea es mayormente cuentapropista y en negro. La creación de empleo registrado fue del 4% contra el 26% del cuentapropismo en el período analizado por Unicef.
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PRESUPUESTO CON AJUSTE EN INFANCIA
Ante este escenario, los especialistas destacaron que se necesita una «redistribución con enfoque etario, sistemas de cuidado, invertir en la protección social», que sea una inversión no condicionada, de forma más universal y con mecanismos de actualización, acompañada además por servicios de salud y educación.
Para que eso pase, se necesita asignar presupuesto. Y el análisis de las partidas de los últimos años muestra para Unicef que hubo un ajuste en términos de inversión social para la infancia.
«El Presupuesto 2022 dejó una caída real del 4,3% interanual , la AUH se redujo en 10 puntos y 7,5 el plan Alimentar, mientras que los fondos para la primera infancia se recortaron en 27%», detalló Waisgrais.
El Presupuesto 2023 tenía previsto un aumento de $ 241.000.000 que «no se contempló y con el crédito vigente los recursos reales vuelven a tener una contracción entre el 13 y 22% real anual contra la inflación «, enfatizó el analista.
Por el lado positivo destacaron el aumento de inversión en conectar igualdad, construcción de jardines, asignaciones de salud. Del otro lado, la protección de ingresos vuelve a caer entre 11 y 20% en términos reales, el programa Alimentar tiene una caída real entre el 42 y 48% y plan de primera infancia, una reducción casi total, del 90% para la construcción de centros de desarrollo infantil
Fuente: El Cronista.com
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