Número de edición 8129
HURLINGHAM

Asesinado por un motochorro en Hurlingham: Familiares de Juan Díaz piden 12 años para el autor y otra detención

Mañana llegará a su fin el juicio por el crimen de Juan Gregorio Díaz (42), quien fue asesinado por un motochorro en Hurlingham el año pasado. Este miércoles se conocerá la sentencia del Tribunal Penal Juvenil 1 de Morón. La querella pidió 12 años de cárcel contra el acusado, un menor de 16 años que llegó en libertad. Por eso hoy habrá una protesta con familiares y amigos de la víctima ante Trinunales de Morón.

Asesinado por un motochorro en Hurlingham: Familiares de Juan Díaz piden 12 años para el autor y otra detención
Asesinado por un motochorro en Hurlingham: Familiares de Juan Díaz piden 12 años para el autor y otra detención

A Díaz (42) lo mataron de un balazo delante de su hijo Juan Ignacio (16) para robarle la moto en Hurlingham​, el 7 de junio del año pasado. .

Casado con Vanesa Asís, con quien tenía una nena de 7 años, Díaz trabajaba en el sector de mantenimiento en la clínica DIM de Ramos Mejía.

La noche del robo había ido en su moto KTM Duke 250 a buscar a su hijo al colegio Santa Marta, ubicado en Juan de Santander al 100. Lo hacía todos los días porque sabía que de noche la zona era insegura​.

Para volver a su casa en Villa Tesei siempre tomaban por la avenida Vergara hasta Bonorino, para hacer las diez cuadras hasta su vivienda. Aquella vez cambiaron el recorrido.

Lo que no sabían era que dos motochorros ​los empezaron a seguir desde que salieron del colegio. «No nos dimos cuenta de nada hasta que se nos pusieron a la par en otra moto y nos dispararon . Yo sentí el ruido, ‘pum pum’, nada más, no sentí dolor. Mi papá hizo ocho cuadras, no me decía nada, cuando cayó al piso tampoco me di cuenta que le habían dado un tiro», contó Juan Ignacio el año pasado a Clarín.

«Él dejó la moto, la apoyó en el piso y se corrió para el costado, enseguida llegaron los otros, lo único que dijeron fue: ‘Dame el casco o te reviento’». Luego los asaltantes escaparon con los dos vehículos.

Cuando los ladrones se fueron, Juan Gregorio se desvaneció. Tenía un tiro en la espalda. Una ambulancia lo trasladó al Hospital Posadas, donde lo operaron pero murió a la 1 de la madrugada.

Al adolescente también lo balearon en un brazo y sufrió una fractura. Lo trasladaron a la clínica La Trinidad, en Ramos Mejía, donde lo operaron.

La memoria de Juan Ignacio fue decisiva para identificar a uno de los motochorros en una rueda de reconocimiento. Lo reconoció por sus ojos claros y nunca dudó que fue Ilán Nehuén, de 17 años y que en el momento del crimen tenía 16, el mismo con el que jugaba al fútbol a los 5 años en una canchita frente al colegio Santa Marta.

Tiene a su madre con arresto domiciliario por venta de drogas y a su padre en la cárcel por robos. En el barrio aseguran que roba a mano armada desde los 15.El menor estuvo apenas unos meses detenido en un instituto y luego quedó en libertad a la espera del juicio, a pesar de estar procesado por «homicidio criminis causae, robo agravado por arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra».

El juicio oral en contra de Nehuén comenzó esta semana en el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil N° 1 de Morón. El menor asistió todos los días a las audiencias, pero prefirió no declarar ni hacer uso de las últimas palabras.

El combo de delitos por los que está acusado el menor prevé una condena a perpetua. Pero en el caso de los menores, las penas son atenuadas. En los alegatos, el fiscal Gabriel Nicolás Iturri solicitó 12 años de prisión para el acusado.

 

Estoy conforme con el pedido. Sé que mucho más no se puede pedir. Ahora hay que ver lo que le dan. El menor ya tiene una causa anterior por robo a mano armada y en su momento no hicieron nada. Pero ahora ya mató. No se qué puede llegar a hacer si lo dejan delinquir po r tercera vez», dijo a Clarín Vanesa, la esposa de Juan.

«Espero que no lo dejen libre. Yo soy mamá y fue muy difícil exponer a mi hijo de la misma edad porque él dijo ‘lo reconozco porque le vi la cara’. Se prestó a la rueda de reconocimiento y a declarar en el juicio y tuvo al asesino al lado. Espero que sirva para algo porque si no yo no se qué decirle», manifestó la mujer.

La vida de Vanesa y sus hijos cambió para siempre. Al vacío por la muerte de Juan Gregorio, se le sumó un cambio de rutina para nada agradable. Juan Ignacio va a la escuela en remis, vigilado por un patrullero. Un móvil policial también se acerca a la esquina cuando la mujer sale a tomar el colectivo para ir a trabajar. Lo mismo cuando el transporte escolar pasa a buscar a su hija de 7.

No es para menos. La familia tiene miedo ya que el asesino vive solamente a 400 metros de su casa. «Nos lo hemos cruzado. Nunca nos hizo nada. Pero a mi hijo por ahí le pasa caminando por adelante o si pasa con la moto acelera el motor», contó Vanesa.

Juan Ignacio pudo terminar bien el colegio en 2018 y solamente se llevó una materia. Pero después su rendimiento cayó categóricamente. «Se limita a lo justo y necesario. Empezó a trabajar. Lo noto muy mal. Como triste y enojado. Él quiere una resolución y con esto del juicio me pregunta, ¿qué más buscan?», dijo Vanesa.

Del otro motochorro, que sería mayor de edad, todavía no se sabe nada. Como en el asalto siempre tuvo el casco puesto, no lo pudieron identificar ni con las cámaras. Esa causa tramita aparte en la fiscalía N° 5 de Claudio Oviedo. «Yo siempre dije que si tienen a éste, podrían saber dónde está el otro. Pero como es menor lo tienen protegido», asegura Vanesa.

Luego del crimen de Juan Gregorio, la clínica DIM donde el hombre trabajaba y era muy querido, le dio trabajo a su mujer. Y en el mismo lugar, Juan Ignacio asiste para capacitarse en sistemas. «La clínica se portó sumamente bien y lo acompañan hasta en eso. Está ocupado y eso está bueno para su edad», dijo la mamá.

«No le deseo a nadie tener que ponerse en mis zapatos. Es muy difícil. Estar con una persona que se levante de la silla y te diga: ‘voy a buscar a mi hijo al colegio’ y pase esto. No se puede creer, más de esta forma. Hay momentos en que nos sentamos, hablamos y decimos, ¿cómo pasó que no nos dimos cuenta?», lamentó Vanesa, entre lágrimas. El veredicto se dará a conocer el próximo 13 de noviembre.

Fuente: Un medio.

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