Número de edición 8328
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La Matanza necesita con urgencia un Intendente

La Matanza necesita con urgencia un Intendente

La Matanza necesita con urgencia un Intendente. El no gobierno en nuestro Municipio ya exhibe efectos tan evidentes como peligrosos que ponen en riesgo la convivencia pacífica de los matanceros.  

A la saga de problemas no resueltos durante décadas, se potenció recientemente la usurpación y toma de tierras, en donde es evidente la connivencia de funcionarios políticos y judiciales municipales y provinciales con el delito organizado.

Las consecuencias son concretas: sobre el territorio se han instalado bandas, en muchas ocasiones ligadas al narcotráfico, que hasta brindan logística para propagar la marginalidad, usando a nuestros chicos como mano de obra barata para perpetuar sus negocios oscuros.

Es el momento para que todos los niveles del Estado se comprometan tanto a planificar para resolver los problemas habitacionales como en resguardar los bienes de los propietarios y su tranquilidad. Cuidar la vida no es solo usar barbijos. La ausencia de gobierno nos deja en riesgo concreto de enfrentamientos entre vecinos que pueden llevarnos a saldos fatales.

La Matanza necesita urgentemente un intendente también para invertir los recursos -de los que ya dispone- en salud y no en campañas políticas. Las partidas presupuestarias muestran una subejecución incomprensible en cualquier año en un distrito tan castigado como el nuestro. Mucho más,  aún, transitando una pandemia como la que padecemos. De los fondos anuales asignados, en este 2020 inédito, Fernando Espinoza ha ejecutado:

En materia de “Atención en hospitales con internación”, el 23%; en “Atención en centros y salas de salud”,  8%; en “Proyectos de la secretaría de salud pública”, tan solo el 5%.

No es tiempo de especular financieramente. El plazo fijo más los bonos dolarizados alcanzan los 8.186 millones de pesos. Es el momento de poner todos los recursos  profesionales y materiales para resolver los padecimientos inéditos de la población, comercios e industrias de la comunidad.

Frente a esta situación caótica creciente, hay una única pregunta en la que coincidimos todos los matanceros: ¿Dónde está el Intendente Fernando Espinoza?

La respuesta también es clara, lamentable y preocupante: el Intendente está ausente, ajeno al dolor y padecimiento de más de dos millones de vecinos que tiene la obligación de representar y defender.

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