Cada año, desde 1993, el 22 de marzo se celebra el día internacional del agua con la intención de centrar la atención mundial en la importancia del agua dulce y abogar a nivel colectivo por la gestión sostenible de los recursos de agua apta para el consumo.
Por Victoria Hernández
Victoria.hernandez13@outlook.com
Este día de celebración tiene por objetivo concientizar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad emergente y urgente de adoptar medidas integrales para abordarla.
El Día Mundial del Agua se propuso en 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo efectuada en Río de Janeiro (Brasil), donde se planteó la relevancia que tiene este recurso esencial en la vida de todos y lo necesario que es preservarlo.
Desde su implementación, cada año la ONU propone un lema para tratar una arista de la problemática. Este año, el tema es: «Acelerar el cambio para resolver la crisis del agua y el saneamiento».
Datos alarmantes
Pese a que el agua es un recurso esencial para la vida y el desarrollo de todas las actividades sociales y económicas, a día de hoy, 1 de cada 4 personas (2000 millones de personas) en todo el mundo carecen de agua potable segura, según cifras de la ONU.
En la actualidad, 1.400 millones de personas mueren anualmente y 74 millones verán acortada su vida a causa de enfermedades relacionadas con el agua, el saneamiento y un aseo deficientes. Además, la mitad de la población mundial carece de eficiente acceso al agua y a la higiene.
La valoración es clave a la hora de gestionar y repartir este elemento vital, ya que el agua vale mucho más de que el precio que se paga por ella, dado que posee un valor incalculable y sumamente complejo para el correcto desarrollo y funcionamiento de cualquier país u sociedad.
Nuestros hogares, nuestra cultura, nuestra salud, nuestra educación y nuestra economía, así como también la integridad de nuestro entorno natural, dependen de este recurso, por eso es tan necesario cuidarlo.
La importancia de preservarla
Varias personalidades destacadas del mundo de la ciencia y de la historia dicen que el motor de la futura guerra mundial no va a ser la ideología u la economía, sino algo mucho más elemental, los recursos que nos permiten vivir.
Se estima que, para el año 2050, la demanda mundial de agua (en extracciones de agua) aumente en un 55 % debido al crecimiento de la población y de las industrias. Sin embargo, vale recordar que incluso hoy no se puede satisfacer la demanda y muchos lugares del mundo no cuentan con abastecimiento.
El agua potable (y su ausencia) es un tema que nos afecta a todos, por lo que se necesita que todos tomemos medidas a nivel individual para modificar la manera en que consumimos, usamos y gestionamos este elemento esencial.
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