El Tribunal Oral en lo Criminal N°4 dio inicio al juicio por el femicidio de la mujer de 31 años, ocurrido en marzo del año pasado. Por el crimen está detenido Néstor Montiel, quien debía cumplir prisión hasta 2019.
A un año de su brutal asesinato, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 (TOC) de Morón inició el juicio por el crimen de Nadia Arrieta, quien fue degollada dentro de su negocio en Villa Tesei. Por el crimen fue detenido Néstor Montiel, quien debía cumplir prisión hasta este año, pero los jueces de Garantía de Morón lo liberaron antes de tiempo, a pesar de que la jueza de Ejecución Penal N°2 lo desaconsejaba.
El Tribunal integrado por los jueces Carlos Torti, Rodolfo Castañares y Pedro Rodríguez, será el encargado de determinar la condena que recibirá Montiel, quien afronta los cargos de “homicidio calificado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”. Se prevé que le den cadena perpetua.
El debate se extenderá hasta este 13 de marzo y en ese marco el fiscal que está llevando adelante la causa, Mario Ferrario, buscará demostrar que el victimario ingresó el 1 de marzo de 2018 -cerca de la una del mediodía- al local de venta de regalos «NyB», ubicado en avenida Pedro Díaz 596 que atendía Arrieta, con el objetivo de cometer “un ataque contra la integridad sexual de la mujer mediante un desnudamiento forzoso y violento”.
Además, el fiscal remarcó que para concretar el femicidio, Montiel utilizó un cuchillo con el que le “efectuó un corte de unos 15 centímetros en la región anterior y lateral derecho del cuello” a Arrieta.
El hombre había ingresado a la regalería con el objetivo de robar un set de mate que tenía estampado una imagen de Frida Khalo, el cuál le regalo a su novia. Tras el asesinato estuvo prófugo durante cuatro días, hasta que el 5 de marzo fue detenido cuando se dirigía a encontrarse con ella en Sarandí, Avellaneda.
La clave que ayudó a los investigadores a llegar hasta Montiel, fue que la víctima había anotado en un calendario -donde organizaba los pedidos de la semana- el teléfono de él. La familia de la mujer cree que lo hizo porque el hombre ofrecía cortes de cabello a domicilio.
Cabe recordar que el asesino había sido condenado a 2004 a 18 años de prisión por “robo agravado, privación ilegal de la libertad, abuso sexual y tentativa de homicidio”; sin embargo, sólo estuvo recluido durante diez años y luego fue beneficiado con la libertad condicional.
La madre de Arrieta, Beatriz, le explicó al matutino Clarín que tras la culminación de este juicio, buscarán avanzar con “la parte de los jueces, hicimos la denuncia para pedir el jury a los que tomaron la decisión de liberar al asesino de mi hija, son Fernando Bellido y Fabián Cardozo” y remarcó que para la familia “es importante que ellos también sean juzgados. Los jueces tendrían que empezar a mirar un poco mejor: la gente buena tiene que estar acá, no arriba”.
“Esto es un caos, es muy pesada la carga. Verlo en el juicio creo que me va a generar mucha bronca, se revive todo lo que pasó, me da mucha impotencia, es mucho todo esto”, expresó y sentenció que “la perpetua fue para mi hija, porque ya no la tengo”.
La Ley Micaela que busca cambiarlo todo
A raíz de varios sucesos, como el de Arrieta, en el que los femicidas ya tenían antecedentes por hechos similares y fueron dejados en libertad, el Congreso Nacional sancionó la Ley Micaela, a través de la cual se establece el Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres con el objetivo de “capacitar y sensibilizar” a todos los funcionarios públicos.
De esta manera, la capacitación abarcará a los tres poderes del Estado -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y organismos descentralizados; y su contenido apuntará a la prevención de la violencia de género en todas sus formas. Será obligatoria para todos los agentes del Estado y se realizará anualmente.
La iniciativa fue impulsada tras el femicidio de Micaela García, la joven de 21 años que fue violada y asesinada a la salida de un boliche, en Gualeguay, por un hombre que ya tenía antecedentes de ataques sexuales.
FOTO: Clarín
