Luego de tres jornadas en la que la divisa norteamericana alcanzó picos de 63 pesos, la moneda descendió casi tres pesos y cerró a 59,72 según el promedio que elabora el Banco Central.
“El dólar a 60 me parece razonable, no hay que dejar que se escape más”, afirmó Alberto Fernández.
Tras la irrupción del Frente de Todos con su estruendosa victoria en las elecciones primarias, la posterior devaluación de la moneda que pulverizó el bolsillo de los trabajadores y las medidas paliativas del Gobierno para intentar recortar los golpes que sufrirá la población, llegó un jueves de pálido “alivio” en la escalada del dólar por las declaraciones Alberto Fernández que “calmaron” a los mercados.
En diálogo con Radio Mitre el candidato a presidente que se impuso en las elecciones primarias con más del 47 por ciento de los votos, aseveró que el tipo de cambio llegó a un valor razonable y el Gobierno debería implementar medidas urgentes para que no continúe subiendo.
En consonancia, sobre el número alcanzado en los últimos días analizó que “así como dije que el dólar estaba retrasado y no se podían seguir pagando tasas disparatadas, digo que hoy tiene un valor razonable y no hay argumento para que siga aumentando».
Cabe recordar que luego de la brusca suba de la moneda yanqui uno de los economistas que es parte del equipo de trabajo de Alberto Fernández, Emmanuel Álvarez Agis, indicó que el valor del dólar a 60 estaba bien, frase que más tarde sería ratificada por el candidato a presidente por el Frente de Todos.
Además, Fernández reveló que en su comunicación con Macri le pidió «tratar de preservar las reservas» del Banco Central en estos momentos de grandes problemas y añadió que “el último informe del Fondo –de hace 20 días– habla de que podrían quedar hacia diciembre seis mil millones de dólares de reservas netas. Y eso me alarmó mucho porque en este proceso podría significar un deterioro mayor».
2,2 la inflación de julio, pero se prevén fuertes alzas para los próximos meses
Lo que parecía que iba a ser una buena noticia para el Gobierno, que comenzaría a mostrar el triunfo de la desaceleración de la inflación, pasó a ser un dato antiguo. El Indec informó que la suba de precios de julio alcanzó el 2,2 por ciento, la más baja del año y varias décimas menos que la de junio, y acumuló así una inflación de 25,1% en los primeros siete meses del año.
No obstante, la de agosto estará por encima de los cuatro puntos porcentuales y la de septiembre podría ubicarse en valores superiores al seis por ciento, debido al salto brusco del dólar que se produjo tras el resultado electoral y la inestabilidad política.
De acuerdo con las cifras vertidas por el Indec, la inflación interanual fue del 54,4%. Respecto de los rubros, la suba de precios de julio estuvo promovida por el aumento de las naftas, las prepagas, los alimentos y esparcimiento por las vacaciones invernales.
Lo que más aumentó
En lo que refiere a los alimentos, el kilo de lechuga fue lo que más subió, con un 92,4 por ciento de incremento, en tanto que el kilo de cebolla trepó 32,8. Los pañales descartables aumentaron 5,2; el jabón en pan, 7,1; la leche fresca entera en sachet, 4,7 y las galletitas dulces envasadas sin relleno, 4,7 puntos porcentuales. En contrapartida, bajaron el limón, un 6,9; el tomate redondo, 5,6 y el pollo entero, 3,9 por ciento, entre otros productos.
En lo que concierne a los rubros, el de salud tuvo un alza del 4,1; el de recreación y cultura, 3,9; alimentos y bebidas, 2,3 puntos porcentuales. También subió considerablemente el equipamiento y mantenimiento del hogar, con un alza del 2,5 por ciento.
El número oficial se aproximó al que proyectaron las consultoras privadas a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), mediante el cual pronosticaron una inflación del 2,4% para julio. Pasó el séptimo mes con un nuevo descenso, pero en el octavo y noveno será un verdadero “trabajo de parto” para el bolsillo de los argentinos.
