
A pocos días de la elecciones generales, luego de haber surfeado los avatares y reveces de las intensas lluvias que generaron inundaciones en distintos lugares, después de haber presenciado el segundo debate presidencial y asistir asombrados a la caída del “milagro chileno”, asomó el sol y con él el calor que solo irradian los cantores populares de la talla de Víctor Heredia, en un emotivo homenaje, el Centro para personas con Autismo –AUPA- en Ingeniero Maschwitz inauguró una de las salas con su nombre y él se hizo presente junto a los jóvenes y sus familias.
Antes de adentrarme a contarles la visita de Víctor Heredia y compartir con ustedes las palabras que nos dejó, no puedo pasar por alto, algunas de las situaciones que se vivieron en estos días desde mi última publicación. Sólo unas palabras de referencia para interpelar de algún modo la actuación de algunos medios con la situación que vivieron las personas que sufrieron las inundaciones.
Una cosa es informar lo que sucede, donde está la presencia o ausencia del estado, qué se hizo o qué no se hizo y el por qué de las responsabilidades que puedan caber, otra cosa muy distinta es hacer un reality show casi humillante de ese momento duro y difícil con un sesgo que roza el impacto político y no la búsqueda de la solución.
Dicho esto, vayamos a lo más agradable y hablemos de los que hacen y bien las cosas para ocuparse y atender una temática que solo con amor puede sobrellevarse, eso es lo que los jóvenes y sus familias reciben en AUPA, creado por dos papás a partir de su historia personal con su hija, desde allí extenderlo a otras familias y ofrecer un espacio con todas las herramientas terapeúticas para otras familias en igual situación.
Dado la cantidad de jóvenes que concurren al Centro Terapéutico, tuvieron que ir ampliando las instalaciones, así fue que una de las salas que hoy se inauguró lleva el nombre de Víctor Heredia y estuvo presente acompañando ese momento.
“Agradezco este halago, este honor que me llena de orgullo, este lugar que me hace tomar conciencia del enorme trabajo que a veces hay que realizar desde el amor, que es lo que se respira aquí” comentó emocionado Víctor al dirigirse a los padres presentes. “Es un sentimiento maravilloso que nos empuja a todos los padres para llevar esperanza a nuestro alrededor y a la vez tratar de creer que la vida nos puede dar en algún momento ese milagro maravilloso que es que un hijo se relacione adecuadamente con nosotros”.
Luego del correspondiente corte de cinta e ingresar a la sala, siguió su diálogo ameno con los padres interiorizándose de qué se trata el autismo y las formas que tienen nuestros hijos para comunicarse, compartió con nosotros una situación personal que vivió con unos de sus seis hijos diciéndonos: “Se cuánto se sufre cuando uno no tiene la posibilidad de la mirada, de la comprensión, del abrazo, cuando está en medio de esa lucha y del conflicto, quiero que sepan que estoy aquí consciente, absolutamente consciente y puedo percibir todo el amor que hay aquí e intento sumarme”.
No faltaron las fotos, el tarareo de algunos de sus himnos que disfrutamos muchas generaciones, las anécdotas de lo que remite cada una de ellas, antes de partir tuve la oportunidad de conversar con él –obviamente de política- y le pedí una opinión sobre la situación del país de cara a las próximas elecciones: “Creo que los argentinos, conscientes del valor enorme que tienen las verdaderas democracias ya dieron en definitiva en las PASO su mensaje, soy un ciudadano común, un cantor popular, que sí sé aceptar el mensaje de las mayorías, porque he crecido en la conciencia de las verdaderas democracias, de las democracias populares”.
Hizo también, de algún modo un llamado a la reflexión de ese país que nos merecemos ser capaces de construir, “Cuando la gente toma partido por su bienestar cuando toma partido y se concientiza acerca de los beneficios que tuvo y que perdió a manos de un gobierno neoliberal y atacando desde ese gobierno todos los derechos individuales y colectivos, la gente sabe que si no se defiende seguramente no vamos a tener el país que soñamos, que no es el país que soñamos que dicen ellos, es el país que soñamos nosotros”.
Faltan pocos días para la hora de la verdad, no la de los sondeos ni la de los focus group, la que expresaremos en la urnas todos los ciudadanos, sólo resta esperar ese mensaje que deberá ser aceptado por quienes pierdan y asumido por quienes ganen, ambos deberán estar a la altura que la hora demanda, que los acuerdos deberán ser urgentes e inmediatos para resolver el complejo panorama que se avecina, teniendo en cuenta la situación que se registra en la región. El país que soñamos está en nuestras manos hacerlo realidad. ¡Argentinos a votar! Víctor dice “¡Todavía cantamos!”, para otros es “¡No nos han vencido!” y esa es la versión que tuve el honor de entonar con él.