La taekowndista matancera de 15 años se prepara para el mundial que se celebrará en Alemania y dejó en claro sus ganas de terminar entre las mejores. “La medalla se gana en el entrenamiento, no en un combate”, disparó.
Una frase muy conocida dice que el ser humano está hecho de sueños y muchas veces son el motor que impulsa a darlo todo y más para concretarlos, como es el caso de Priscila Soria, una joven matancera que desde los cuatro años fue haciéndose camino al andar y varios años después está a pocos pasos de llegar a cumplir con su cometido.
La deportista charló con Haciendo Radio (lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por AM 850) y contó como su vida, casi desde el mismo día en que nació, fue atravesado por el taekwondo, como de ver practicar a su madre e intentar imitar las poses que hacía, terminó siendo la protagonista de la historia, con el Mundial de Alemania en la categoría juveniles, como el primer gran objetivo de su carrera.
“Desde el primer día sentí sacrificio y pasión por lo que estoy haciendo. Hay que tomárselo en serio porque no es joda. Costó llegar, pero hoy lo estoy disfrutando al máximo. Tiene estrés, trabajo y mucha dedicación, pero vale la pena”, comenzó la entrevistada.
Luego, detalló parte del gran sacrificio que transitó en los últimos meses, en la previa a la cita ecuménica en Alemania. “En los últimos siete meses mi vida es entrenar, comer, ir a estudiar y volver para seguir entrenando por las tardes”, reveló Soria.
El Club Villalida es el testigo de todo el esfuerzo que viene realizando la taekowndista, que tiene como entrenadora a Miryam Zárate, que además de prepararla, la aconseja en el camino de este deporte. “Ahí empecé, me formé y seguramente estaré siempre porque me ayudó a crecer”, rememoró la entrevistada.
“Lo que más voy a hacer es disfrutar”
Ya clasificada para este certamen que se disputará desde el 24 de abril hasta el 28 del mismo mes, Soria contó que era la posibilidad que tanto añoró durante muchos años y que finalmente está a muy poco de concretarse. “Voy a ir sabiendo que todo lo que entrené y me preparé es para este momento. A pesar de todo el sacrificio, lo que más voy a hacer es disfrutar”, puntualizó la deportista.
“Mi sueño es llegar al podio y voy a hacer todo lo posible para conseguirlo. Ojalá se me pueda dar. Ya llegué al Mundial, ahora solo me queda un paso más. La medalla se gana en el entrenamiento, no en un combate. Solo se la pasa a buscar ahí”, profundizó la entrevistada.
Sin embargo, el camino de Priscila no está totalmente allanado porque más allá de estar clasificada para disputar el importante torneo, ni el Municipio, ni la Provincia ni tampoco la Nación le dan ayuda económica para solventar los gastos de viaje y estadía en el país europeo.
Por la imposibilidad de recibir un aporte gubernamental, la mamá de Priscila empezó a realizar eventos para poder pagar los gastos de su hija, con el anteúltimo que tuvo lugar en Flores, en el bar Planta Alta, donde con una entrada módica de 100 pesos y una aceptable concurrencia, se acercó un poco más a su objetivo mundialista.
Una vida ligada al taekwondo
Priscila está emparentada a este deporte casi desde el mismo día de su nacimiento, cuando su madre la llevaba en el coche de bebé para estar junto a ella mientras entrenaba, para luego forjar su propio camino y que en la actualidad la tiene en el nivel más alto de la categoría juvenil.
Desde pequeña conoció el mundo del taekwondo, todo lo que conlleva practicar en el alto rendimiento y explicó que “este deporte me enseñó que el que no arriesga no gana. Siempre hay que poner una cuota de valentía en lo que estés haciendo. No es jugar un torneo, pegar patadas y se terminó. Es mucho más”.
“En todos estos años no perdí nada porque sigo con las mismas ganas. Hubo momentos de frustración porque no salía algo, pero me dio muchas cosas. Amigos, una familia, responsabilidad. Te enseña la cortesía, la integridad y tener un espíritu indómito”, concluyó la entrevistada.
