Ante la falta de trabajo y el salario que no alcanza a fin de mes, el “Trueque Ventas Club Once Rayos Plaza Solanet” ubicado en la localidad de Merlo busca que muchos vecinos del distrito puedan llevar el plato de comida a sus casas.
El “Trueque Ventas Club Once Rayos, Plaza Solanet” está ubicado en la calle San Juan 1845 entre Dorrego y Mariano Acosta. Es un rebusque para que muchos vecinos de la región puedan cubrir algunas de las necesidades básicas. Allí se encuentran prendas de ropa, alimentos, útiles escolares, entre otros.
Este grupo de intercambio funciona en el Club Once Rayos, los días miércoles de 14 a 17hs y en la Plaza Solanet los sábados de 14 a 16hs. Anteriormente, funcionó en el Club Ateneo de Padua en la calle Centenario 1275 de dicha localidad, los sábados de 10 a 12hs pero el municipio no volvió a renovar el contrato, por lo que se tuvieron que ir del lugar.
Verónica Castagñoli, es una de las administradoras del “Truque Ventas Club Once Rayos Plaza Solanet” en Merlo. “Yo hace siete meses estoy administrando el grupo y esto ya se viene haciendo hace más de un año. Las administradoras por lo general se elijen en base a responsabilidad y cumplimiento. Ahora somos ocho aproximadamente y nos vamos turnando en ambos lugares”, expresó a Diario NCO.
“Estuvimos también en la Plaza Carbonera ubicada en Cámpora 2360 y después nos mudamos porque no había arboles para tener sombra y había poco espacio, era más descampado. Por este motivo, pedimos permiso al municipio para estar acá en el Club y en la Plaza Solanet donde hay mucho más espacio y sombra” agregó.
Por otro lado, la administradora explicó: “No hay cupo de personas, porque la gente está muy necesitada, así que vienen y cada uno pone una manta y expone sus productos. Es libre, no te piden plata, no se pide alimentos ni nada. En el club tampoco se cobra entrada. Es todo gratuito. Lo único que nos piden es mantención y limpieza del lugar, nada más”.
“Los sábados son los días que más se llena. Hay veces que vienen menos, y otras veces vienen mas, eso va variando. En el club al hacer mas barrio va menos gente, salvo los días que llueve que van todos al club porque es un lugar techado, ahí si hay cupos, como mucho 100 personas”, detalló la organizadora.
Los productos como ropa, útiles escolares, accesorios para celulares y alimentos pueden ser canjeados por dinero o mercadería. Arroz, harina y azúcar son algunos alimentos que cada vez más argentinos intercambian en los «clubes de trueque» donde no se requiere dinero para las transacciones.
La vía de comunicación más importante que tiene la organización es facebook como “Trueke Ventas Club Once Rayos Plaza Solanet”, donde fueron incrementando su cantidad de asistentes hasta llegar a la cifra 33.929 miembros. “En facebook tenemos un grupo de trueque donde las chicas publican y pactan los cambios que se hacen en el club o en la plaza”, manifestó la administradora.
Las organizadoras buscan que los productos y los alimentos sean intercambiados de manera directa y rotativa. En su página de facebook, cuentan con una serie de reglas: ser amable y responsable para crear un entorno agradable. Por otra parte, no se puede utilizar un lenguaje que se incite al odio ni hacer bullying de ningún tipo.
Siguiendo esta línea, no se permite la autopromoción ni los enlaces irrelevantes y los sábados al regreso de los cambios se comienza a limpiar la página, quien no lo haga, quedará silenciado por siete días y si se repite tres veces, será bloqueado del grupo.
En un contexto en donde la inflación en enero se ubicó en el 2,9%, empujada por devaluaciones y tarifazos, numerosos sectores de la población sufren cada vez más para adquirir los bienes básicos. “Yo tengo mi puestito pero tenes que ir buscando otros lugares porque esta complicado sustentarte solo con esto”, afirmó Castagñoli.
“Los lunes voy a la Plaza Patagonia en Ituzaingo, voy a exponer, no soy administradora. Es una plaza mucho más grande y a diferencia de la Plaza Solanet, te piden un alimento no perecedero y al final se hacen 20 bolsas con mercadería y se sortean a la misma gente que participa del truque”, agregó.
Cabe señalar, que el impacto es contundente, especialmente en los barrios del Gran Buenos Aires. Este panorama lleva a que con el instinto de sobrevivencia, se recurra al trueque, como una forma de obtener las necesidades mínimas que una persona necesita para vivir.
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