Informe de Un drama que no cede. Se ha definido el femicidio como“el asesinato de mujeres por hombres motivados por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres”.
Se ha definido el femicidio como“el asesinato de mujeres por hombres motivados por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres”.
El Observatorio de Femicidios de la Multisectorial de la Mujer de Mar del Plata (OFEMMM) señala en su informe anual para el año 2022 que, a pesar de que “nuestra legislación incorporó la figura de femicidio en la reforma de 2012, mediante Ley 26791, tipificando en el Código Penal el homicidio cometido contra una mujer que fuera perpetrado por un hombre y en el que mediare violencia de género.
Tras una década de la incorporación de esta figura legal, fueron creciendo año tras año la violencia de género (VG), los femicidios y las tentativas, considerando a las mismas cuando las lesiones físicas ocasionadas a una mujer tengan algún precedente de violencia respecto del mismo agresor”.
Las cifras del horror.
Laura Hochberg, integrante de la Multisectorial, en conversación con nuestro medio dio números sobre esta dura realidad que atraviesan muchas mujeres en la sociedad argentina.
Según señalóla referente femenina, “los casos vienen creciendo año a año, por ejemplo, en el 2021 registramos 216 femicidios y el año pasado pasaron a 220 directos, mas 27 femicidios vinculados lo que suman en total 237 durante el año 2022. También tenemos que sumar los intentos de femicidios que desde setiembre a diciembre del año pasado fueron 56 casos algunos de ellos, de tal gravedad que las víctimas se encuentran hospitalizadas”.
Durmiendo con el enemigo
Laura agregó que el hogar es mayoritariamente “el lugar de la escena del crimen”, ya que “una característica de estos femicidios es que el 91% fueron cometidos por personas del círculo íntimo de las víctimas, como parejas, exparejas, novios o familiares directos, lo que vuelve a demostrar que no solo fue en pandemia, sino que la vivienda, la casa, es un lugar inseguro para algunas mujeres que conviven con relaciones violentas; los agresores o los femicidas no cumplen la restricción perimetral.
Se leda una pulsera o un botón anti pánico a la mujer violentada pero no se hace un control y seguimiento por parte de la justicia. Creemos que, mínimamente, se debe monitorear a los victimarios para que no violen las disposiciones que pone la justicia. Para todas estas cuestiones tiene que haber una decisión política de las instituciones del Estado, que no la hay”.
Emergencia Nacional en Violencia de Genero ya.
Como corolario,Hochber solicita“que el Estado tenga un plan de intervención con respuestas más adecuadas y que reconozca que las mujeres estamos en emergencia y se declare la Emergencia en Violencia contra la Mujer ya. Que se definan políticas públicas y se destinen presupuestos para ejecutarlas.Como señala nuestro informe del año 2022, compartimos los dichos de Clara Santamarina, coordinadora del Observatorio La Casa del Encuentro:
«Las desigualdades de género tienen un impacto directo sobre las violencias extremas; abordarlo solo como un fenómeno criminal oculta un fenómeno social, cultural y político que hacen posible que estas violencias sean ejercidas».
«Una de las problemáticas actuales que siguen reproduciendo nuestra sociedad es la cultura de la violación, abuso, machismo y de la violencia de género en todas sus formas».
«Se requiere de un cambio cultural de no aceptación de la VG, que se trabaje sobre la prevención más que sobre los femicidios; el antes y NO el después. Que sea una prioridad política el financiamiento».
«Hay una gran cantidad de programas en marcha, pero el Talón de Aquiles es que necesitamos estadísticas oficiales más completas e interministeriales y una protección integral y efectiva para las mujeres víctimas de VG”.
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