
José Alirio Peña es doctorante en Ciencias Sociales, magister en Comunicación Social e investigador sobre diversidad sexual y cine.
Su voz autorizada pone en duda la eficacia del lenguaje inclusivo para legitimar la diversidad de género y afirma que una gran parte de la sociedad no tiene participación alguna en el movimiento de estaexpresión lingüística.
Desde hace unos años se ha propuesto al lenguaje inclusivo como una alternativa que permitiría legitimar la existencia de los géneros diversos. Desde entonces, han aparecido sectores que rechazan firmemente su uso, otros lo defienden como un recurso fundamental; entre estos dos grupos se ha generado una tensión a lo largo del tiempo, que aún permanece inconclusa.
Pero hay un sector de la sociedad, que es el ciudadano promedio, que no está verdaderamente advertido de esta cuestión. Entonces, surgen ciertas cuestiones a pensar: ¿cuáles son los verdaderos alcances del lenguaje inclusivo? ¿qué otros elementos, medios y dispositivos son necesarios para que esta alternativa sea realmente eficaz? y, sobre todo, ¿la excesiva defensa de este recurso puede distraernos del objetivo principal, que es la inclusión?
¿Realmente el lenguaje crea realidades?
El uso del lenguaje inclusivo se ha hecho popular en el activismo, pero la inclusión tiene que ser palpable.José Alirio Peña refiere:
“Especialmente en Argentina nos estamos quedando en el mero lenguaje. En consecuencia, este adviene solo como un método de uso distintivo de ciertos sectores, excluyendo de la profundidad del movimiento al ciudadano promedio. La pregunta es: ¿dónde está la verdadera participación de la sociedad? Habría que repensar si esta herramienta realmente tiene como objetivo la inclusión, y cuales son los dispositivos que se crearán para que verdaderamente sea una expresión de la inclusividad.
El Lenguaje como performativo no es un hecho. El lenguaje podría crear realidades, pero, para que existan las nuevas realidades, requiere de dispositivos que lo sostengan.“Se habla de un lenguaje inclusivo en el contexto de un binarismo; por un lado, el lenguaje inclusivo; por el otro, el lenguaje impuesto por la Real Academia Española. Pero el mismo término “binarismo” es solo la expresión de una antinomia, supuestamente irreconciliable. Lo que debería hacerse es una dialéctica que va a llevar a un tercer resultado. Una síntesis. Pero los binomios no se ven así, suelen tratarse como rivales, cuestión que termina favoreciendo a ciertos sectores. Por ejemplo: capitalismo-comunismo; derecha-izquierda, solo incentivan a un sector. Muchos representantes del movimiento LGBT consideran que la heterosexualidad no es parte de la diversidad, o muchas de las personas heterosexuales no quieren comprender la diversidad LGBT, y todo esto acrecienta a la discriminación y a los crímenes de odio, aunque existan leyes destinadas a la diversidad sexual”.
¿Qué es el género performativo?
“Es un concepto de la norteamericana Judith Butler. No significa que el género sea un mero acto coreográfico, sino que es un acto político y social, en cuanto nos atenemos a un sistema de recompensas y castigos, bajo los códigos y normativas sociales. El género está construido bajo ciertas normas, y la resistencia a estas normas solo puede tener como referencia a la misma norma”.
¿Es posible deconstruir el género?
“La pregunta sería si la identidad Queerexiste solo porque existe el término. No necesariamente la palabra genera realidad. Este termino anglosajón existe como palabra, pero aun no se ha llegado a un consenso sobre su definición. En consecuencia, la misma identidad Queeraun no tiene una forma delimitada. Es un término fuertemente polisémico”.
¿Dónde está la verdadera lucha?
“Está en el lenguaje, en los dispositivos y los medios necesarios para que el lenguaje sea corpóreo. El poder no es algo que se tiene, no es un ente, es una relación. Donde hay poder hay resistencia. ¿quién controla el medio, quién maneja los dispositivos? Esas son zonas de poder. El poder está presente en todos los niveles de la sociedad.
El poder atraviesa todos los roles y facetas del ser humano. En la historia de Latinoamérica, el activismo siempre ha estado peligrosamente de la mano con los partidos políticos; sucede que, en determinado momento, cuando el partido se vuelve gobierno, pasa a ser el acta constitutiva y dogmática de los movimientos activistas. En consecuencia, el mismo activismo deja de ser resistencia y pasa a ser parte del poder.
Mientras los binarismos existan solo como luchas o rivalidades, y no se los comprendan como dialécticas, seguirán dando como resultado que los poderosos y los marginados sigan siendo los mismos”.
Binarismo/ producciones/ multiplicidades
Sin duda, como sociedad debemos abandonar las falsas dicotomías en todos los niveles. Hacer una lectura a nivel de simples oposiciones reduce nuestra capacidad de ver la amplia gama de conflictos que atraviesan la realidad, y la complejidad de factores que influyen en el contexto en el que estamos. Discernir el campo político, económico y social, en términos binarios, nos distrae de la inmensa cantidad de tensiones que se encuentran implicadas en la formación de sectores de poder. Ningún campo de problemas puede resolverse bajo la reducción de distinguir lo malo y lo bueno, blanco y negro, capitalismo y comunismo, binarismo y diversidad. Las producciones subjetivas son mucho más complejas, están cargadas de matices, ritmos y multiplicidades que dialogan entre sí y se sostienen mutuamente.
Facebook: Fernando Luis Cabral.