A través de un comunicado de su abogado que la expresidenta difundió en su página personal, aseguró que una de sus empleadas debió ser hospitalizada.
El abogado de Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Beraldi, manifestó a través de un comunicado que en el procedimiento judicial se produjeron irregularidades y denunció la presencia de un “tóxico de contacto”, que afectó a una empleada doméstica de la senadora, que tuvo que ser hospitalizada al presentar síntomas de “irritación en piel y mucosas”.
Según el escrito exteriorizado por Beraldi, la mujer que realiza las tareas del hogar en la residencia de Cristina sintió mareos y picazón en la garganta y debió ser trasladada a la guardia del Hospital de Clínicas, que, según la defensa de la exjefa, fue producto de la exposición a un tóxico en el departamento de Recoleta tras el allanamiento y por esto, temen que el personal policial lo haya dejado.
Además, los voceros de la senadora difundieron un certificado del Hospital de Clínicas, en el cual se emitió que la persona acudió a la guardia presentando los síntomas de intoxicación luego de visitar el domicilio ubicado en Recoleta.
En el comunicado que la exmandataria publicó en su sitio web, el abogado defensor expresó que durante el procedimiento realizado el pasado jueves al mediodía por orden del juez Claudio Bonadio se produjeron ciertas “ilegalidades”.
El documento, titulado «Sobre los allanamientos a los domicilios de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner», fue desarrollado en ocho puntos y en el apartado 6° del letrado, Beraldi hace pública la denuncia como “un hecho de extraordinaria gravedad” por un tóxico que habría afectado a la empleada de la exmandataria.
Los puntos del comunicado
En el inicio del documento, Beraldi remarcó: “Se me impidió controlar, como abogado defensor y como única persona que se encontraba en el domicilio, el allanamiento que se llevó a cabo en el inmueble de la calle Uruguay, violándose expresamente las disposiciones constitucionales, la ley dictada en consecuencia y lo que el Senado de la Nación dispuso en particular para este allanamiento”.
La senadora, además, en el escrito de ocho puntos presentado por su abogado, negó tener bóvedas: “Se filtró a la prensa, como es costumbre, datos absolutamente falsos: en ninguno de los domicilios hay bóvedas ni documentos u objetos que puedan tener una procedencia ilícita”.
Por otra parte, el descargo continuó con la denuncia de que Cristina es “objeto de persecución política” y que “las cosas que Bonadío ordenó secuestrar, no solo no guardan relación con el objeto de la causa, sino que, además, son efectos que integran el ajuar del hogar, cuya incautación no tiene otro propósito que generar daño y humillación”.
Por otro lado, el representante defensor, aseguró que la senadora y expresidenta no quiso regresar a su domicilio luego del episodio de intoxicación de la empleada, por temor a la presencia de un tóxico de contacto que amenace la salud de Cristina.
“Se constató que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto, recomendándose evitar, por todos los medios, una nueva re exposición al mismo ambiente. Por esa razón mi representada decidió no regresar a ese departamento hasta tanto no se tenga una certera evaluación sobre el lugar y las cosas que fueron objeto de manipulación durante el allanamiento”, formuló Beraldi.
El representante también sostuvo que el procedimiento realizado en El Calafate fue extendido en tiempo ilegal y deliberada “con el inequívoco propósito de seguir generando material para las tapas de diario del fin de semana”.
Finalmente, Beraldi concluyó: “Este nuevo capítulo, que se suma a la saga de dos años y medio de hostigamientos y persecuciones constituye una etapa institucional que nos lleva a una sociedad pre democrática, en la que los derechos y garantías ciudadanos, al menos de los opositores al gobierno actual, son directamente eliminados”.
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