Número de edición 8322
Fototitulares

Aprestos para el juicio a represores de la Brigada de Investigaciones de San Justo

Aprestos para el juicio a represores de la Brigada de Investigaciones de San Justo.

(Segunda parte) El próximo 13 de agosto comienza en La Plata el juicio por los crímenes cometidos en la Brigada de Investigaciones de San Justo. La causa incluye a 21 represores por los casos de 84 personas, 31 de ellas desaparecidas. Aquí una breve reseña del derrotero de esta causa, que llega a juicio con varios elementos de clara impunidad acorde a los tiempos que corren.

 

Fantasmas por el presente

El 3 de diciembre de 2009 se realizó en el marco de esta causa una inspección judicial en el edificio en el que funcionara la Brigada de San Justo, sitio en el cual se halla hoy la Delegación Departamental de Investigaciones de La Matanza.

Por los días de aquella inspección ocular el titular de la dependencia era el oficial de la bonaerense Marcelo Javier Chebriau, al que en el ámbito conocían como “El Chivo”, gran armador de causas, vinculado a piratas del asfalto y recaudación ilegal. Un tipo duro con banca del titular del Juzgado Federal 2 de Morón, Jorge Rodríguez. Tomó notoriedad pública en el “Caso Candela” donde más que investigar se dedicó a encubrir la supuesta participación de una banda narco policial en el secuestro de la niña.

Pero fue también quien estuvo a cargo del desvío de la investigación por la desaparición forzada de Luciano Arruga durante los primeros 45 días del hecho, en connivencia con la fiscal Roxana Castelli. 26 años después de concluida la dictadura el mismo lugar, la misma dependencia, se transformaba nuevamente en la cueva desde donde se escondían las responsabilidades de los crímenes cometidos por agentes del Estado.

Algunas de las víctimas que permanecieron alojadas en este centro clandestino participaron de la inspección, y después de realizada prestaron declaración testimonial en la causa, haciendo referencia a las características de ese sitio. Adriana Cristina Martín, quien manifestó haber reconocido el ingreso al lugar por la elevación que había en la puerta, ya que la percepción que tuvo al ingresar, fue la misma que sintió el día de su secuestro.

Reconoció otros sectores del lugar, como las celdas, aunque señaló que las habían ampliado, un baño que se halla frente a los buzones y una reja que daba a las celdas de mujeres y de presos comunes, e incluso algunos muebles que seguían estando allí, como un fichero y un armario de lata. Finalmente expresó que, si bien sus captores le habían dicho durante su cautiverio que se encontraba en la Brigada de San Justo, la inspección de 2009 le permitió ratificarlo.

Por su parte, Norberto Liwski declaró tras participar de la inspección judicial y, en relación a las percepciones que tuvo, explicó que si bien el día en que fue secuestrado y trasladado a la Brigada de San Justo no pudo ver el portón de ingreso, sintió que recorrió un largo trayecto para abrirse, y eso mismo percibió el día de la inspección. También reconoció el camino que le hicieron recorrer para llevarlo desde el lugar donde se estacionó el auto en el que lo trasladaron, y la sala de torturas, y tres celdas diferentes en las que estuvo alojado durante su cautiverio.

Explicó además que durante su detención lo mantenían muchas horas colgado de unos ganchos que estaban dentro de una de las celdas, y que para no perder la sensibilidad, tocaba permanentemente la pared. En relación a ello, señaló que si bien en la inspección vio que los ganchos ya no estaban y que la pared había sido pintada, había partes en que la pintura estaba saltada, y que al tocar la pared en esos sectores pudo notar que era la misma que tocaba durante su cautiverio. Finalmente, Liwski también reconoció las oficinas que estaban en la planta alta del edificio, ya que durante su cautiverio había sido llevado una vez allí. Señaló que por entonces la escalera que conducía a ese sector era de madera, y que si bien actualmente es de material, no quitaron el pasamanos de la pared, que es el mismo que el de la antigua escalera. Para más detalles, también permanecía en su sitio el mismo sillón con el que se tropezó el día que lo trasladaron a ese lugar.

Muchas otras víctimas manifestaron en sus respectivas declaraciones que pudieron reconocer ese sitio durante sus cautiverios, y proporcionaron valiosos datos acerca de las características del lugar. En el juicio oral se tomarán en cuenta los casos de 50 sobrevivientes de este CCD, muchos de ellos volverán a relatar lo vivido. Los testimonios de las víctimas describen las inhumanas condiciones a las que fueron sometidas durante sus cautiverios. En muchos de esos relatos se ha hecho referencia también a las aberrantes sesiones de torturas a las que fueron sometidas gran parte de las víctimas que permanecieron alojadas en este sitio.

Es lo que hay

El tribunal que juzgará los delitos cometidos en la Brigada de San Justo es de lo más controvertido que ha tenido La Plata. La versión 2018 del Tribunal Oral Federal 1 se compondrá con el juez Alejandro Esmoris, que como magistrado marplatense absolvió al represor Alejandro Duret en aquella ciudad en 2009, y luego lo liberó con el recurso del “2×1” en 2016, además intentó otorgar el “2×1” a los ya condenados genocidas de la Unidad 9 Abel Dupuy y Ramón Fernández en 2017. Además  Esmoris nunca vota por condenar por el delito de genocidio y absolvió al represor de la CNU Juan José “Pipi” Pomares x beneficio de la duda en 2017. Lo acompañará Nelson Jarazo, juez marplatense que junto a Esmoris absolvió a Duret en 2009 y lo liberó con 2×1 en 2016. Completará el tribunal el juez Pablo Vega, que aunque suele ser el más prolijo de la terna, tampoco vota por condenar por el delito de genocidio y también absolvió a Pomares por beneficio de la duda el año pasado.

El 30 de mayo pasado hubo una audiencia entre el TOF 1 de La Plata y las partes para acordar la prueba y las condiciones del debate. En este sentido se planteó un desafío a la correcta publicidad del juicio, ya que es el debate más grande que encara esta conformación del TOF1 platense desde que decidió volver a realizarlos en la pequeña sala de los tribunales de 8 y 50. Además el tribunal afirmó que por cuestiones de agenda sólo llevará a cabo una audiencia por semana, lo que con más de 120 testigos confirmados extenderá el debate por más de 1 año. Una causa, un tribunal y un debate oral acorde a los tiempos que corren, donde la persistente impunidad va ganando la partida sobre el proceso de Memoria, Verdad y Justicia.

Fuente: https://juiciobrigadadesanjusto.blogspot.com.ar/

Leé la primera parte del informe en https://diario-nco.com/fototitulares/aprestos-para-el-juicio/

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