La ópera rock, sobre una de las bandas más importantes e imponentes de la historia musical de nuestro país, ha vuelto a las tablas.
La obra recibió buenos augurios del Indio, Skay y la mayoría de los integrantes de los integrantes de los Redonditos. Fernando Casas, guionista y monologuista de Una Obra Redonda, habla con nosotros sobre diferentes pareceres de Los Redondos. Recorre los 25 años de Patricio Rey a través del teatro y las diferentes artes, rutinas, performances, audiovisuales y música.
Con 30 artistas en escenas, banda en vivo y recreación de momentos notables y conmovedoras de una historia, que le sigue dando fuego, vida a la historia, de un pueblo, que sigue vibrando cuando suena en un bar, después de un día largo, una canción, que penetra la piel y en ese momento se escucha el golpe de un palo de pool, un pie sigue el ritmo, y al unísono se escucha “No lo soñé”.
A continuación, las palabras de Fernando.
NCO:¿Qué sentimientos les trae los redondos de ricota?
Fernando Casas: los sentimientos que me generan Los Redondos me pasan por el cuerpo, los nervios. Veo figuras, epifanías, revelaciones, puertas para entrar.
NCO:¿Cuál sienten que es el legado que le dio al rock en general?
F.C: El legado de Los Redondos es cultural, poético y musical, además de dejar un modelo de autogestión.
NCO: En muchos videos de YouTube, de muchas partes del mundo, dicen que específicamente la canción jijiji, es el pogo más grande del mundo, ¿Alguno de uds lo experimento?
F.B: bailar y poguear Ji ji ji es una experiencia de liberación individual y colectiva, una sensación de final con continuidad, de despedida de dolor dulce, de consuelo entre muchos según el estado de ánimo de cada uno pero que te salva.
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