
Amanda Aguilar, una adolescente de 14 años, oriunda del partido de Tigre, se encontraba desaparecida desde el 6 de septiembre. Finalmente, fue hallada asesinada dos días después en la casa de su cuñado, Sixto Quiroga, principal sospechoso del femicidio. Diario NCO te cuenta los detalles del caso.
Por Melanie Aylen Ibarbuden
Amanda Aguilar, una adolescente de tan solo 14 años, había ido a visitar a un familiar el miércoles 6 de septiembre en Tortuguitas. Una vez que regresó a su casa, su mamá, que se encontraba en el domicilio ubicado en la localidad de Tigre, se fue a hacer las comprar. Cuando volvió, la adolescente no se encontraba más allí por lo que desde ese momento comenzó la odisea de su búsqueda.
Su madre radicó la denuncia y junto a familiares, amigos y vecinos de Amanda comenzaron la búsqueda por el barrio y difundieron por todas las redes imágenes de la joven. Gracias al aporte de las cámaras de los vecinos, se la pudo observar a la adolescente en camino a la casa de su hermana, quién vivía junto al principal sospechoso del femicidio, siendo esas las últimas imágenes de Amanda.
Durante dos días todos los allegados la buscaron y hasta cortaron las calles para pedir por su aparición. Al conocerse las últimas imágenes de Amanda, fue Marcela, vecina y referente del barrio, quién alertó que Amanda no podía haber salido del barrio: las cámaras que estaban en las afueras por donde pasó no la mostraban saliendo a la joven.
Finalmente, sucedió lo peor: Amanda fue encontrada el 8 de septiembre en una bolsa de consorcio dentro de la casa de su cuñado, Sixto Quiroga. El sospechoso fue detenido gracias a que Marcela logró comunicarse con él y le confesó donde estaba el cuerpo de Amanda y lo que había hecho.
El testimonio de Marcela, una clave para la reconstrucción del crimen
Durante un informe en A24, Marcela, vecina del barrio donde vivía Amanda, dio voz y relato a todo lo sucedido. “Empezamos la búsqueda con una marcha cortando la avenida Santa María porque los padres habían hecho la denuncia pero había que esperar 72 horas para salir a buscarla”, comenzó.
El acusado del femicidio estuvo presente en la búsqueda de Amanda. Según lo dicho por Marcela, “él discutía con un policía cuestionando su accionar en la búsqueda y mientras él nos tiraba informaciones falsas para despistar, recorrimos todos los lugares que nos dijo con la policía”.
Durante la búsqueda, se ingresó en las casas del barrio de la víctima y se revisó cada rincón, pero en el caso de la casa de Quiroga no fue así. Es así que Marcela explicó que “cuando la policía llegó a su casa, vio que era la familia de Amanda, que estaban sufriendo, miraron así nomás y se fueron,además nos habíamos dividido en dos grupos de búsqueda y él quedó justo en el grupo que revisó su casa”.
El día previo a encontrar a Amanda, la búsqueda continuó y la entrevistada describió: “Ese día pasé por lo de Quiroga. Estaba tranquilo, barriendo y nos cebó mates. Él nos daba ideas todo el tiempo, como de qué vayamos al municipio de Tigre, pero yo le dije que no iba a salir del barrio porque si las cámaras mostraban que no había salido del barrio es porque Amanda estaba acá”.
Asimismo, Marcela aseguró que “nunca sospechó de él” y señaló que “él tenía un patio con muchas chapas y cuando le dije que los perros iban a encontrar a Amanda, se puso nervioso y le dijo a su mujer, hermana de Amanda, si sacaba las chapas para hacer el pozo del baño, pero nunca pensé que el cuerpo estaría ahí porque yo estuve parada en ese lugar con los oficiales”.
El intento de fuga del acusado y el doloroso final para Amanda
Luego del nerviosismo de Quiroga frente a la advertencia de la entrevistada sobre la llegada de los perros, el acusado intentó fugarse. “Lo veo salir en bicicleta y pensé que iría a comprar algo, pero se estaba fugando. Al rato escucho gritos de su mujer y su hermana, voy corriendo hacia allá, veo que estaban hablando con él por teléfono y le saco el celular: él les pedía perdón por todo, por lo que él era el asesino”.
Con el celular en su mano, Marcela se fue a la comisaría y hablaba con Quiroga pidiéndole que piense en sus hijos. Según Marcela, “entregué el celular en la comisaría y en un audio que se escuchaba el tren, por lo que tenía miedo de que se matara y esto quedara en la nada, no iba a pagar y nunca íbamos a saber dónde estaba el cuerpo de Amanda”.
En consecuencia, Marcela manifestó que “le dije a la policía que me dejaran llamarlo, quería que me diga donde estaba la nena. Me atendió en la primera llamada y logré que confiese” y que “cuando le dije que lo iba a ayudar en realidad no quería, lo que quería es que pague con justicia”.
Finalmente, Marcela junto al personal policial fueron a la casa de Quiroga y en el patio donde estaban las chapas para arreglar el hogar, encontraron el cuerpo de la adolescente dentro de una bolsa de consorcio.
Los antecedentes de Quiroga y la autopsia de Amanda
El acusado y cuñado de la víctima se entregó el mismo día de encontrado el cuerpo y permanece detenido hasta que proceda el accionar judicial. Sin embargo, parece que no es la primera vez que Quiroga acciona así. Según Marcela, “en un audio dijo que volvió a hacer lo mismo que en Parque Alegre que no sabemos qué fue, también quiso abusar a una vecina del barrio y a una hermana de Amanda la apuñaló y la violó”.
Asimismo, uno de los cuñados de Amanda, que es menor de edad, le confesó a una amiga de Marcela que Amanda había contado a toda su familia que Quiroga la molestaba. “Decía que él le mostraba sus partes y la tocaba. Si la familia hubiese tomado consciencia esto no pasaba. No me voy a callar”, declaró Marcela.
La familia de Amanda no denunció estos hechos que sucedieron con Quiroga y su esposa, Támara Aguilar, aseguraba que su esposo accionaba así porque “le entraban demonios, pero que él a sus hermanas las quería como si fuesen sus hijas”.
Por otra parte, la autopsia arrojó que la víctima sufrió 4 cuchilladas en sus pulmones y que, lo que terminó con su vida, fue una cuchillada en el corazón. Además, presentaba una fractura y hundimiento de cráneo con un objeto contundente que podrían ser la pala o el pico que fueron encontrados junto a su cuerpo. Presentaba fluidos en su cuerpo pero no señales de abuso, aunque si demostró la autopsia que Amanda era abusada desde su niñez.
Amanda Aguilar se incorpora a los 175 femicidios que se habíancontabilizado en julio y que, al día de hoy, estarían cerca de los 200. Desde su barrio piden justicia y denuncian complicidad de la familia de Quiroga y de la familia de la víctima, porque si la hubiesen escuchado hoy la situación sería otra.
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