Número de edición 8323
Cultura

Richard Burton Matheson: Los Palabristas de hoy y de siempre

Richard Burton Matheson
Richard Burton Matheson: Los Palabristas de hoy y de siempre

Estimados lectores;

Gracias por acompañarnos nuevamente con su lectura a través de NCO desde un sector de Los Palabristas de hoy y de siempre. Revista literaria que funde y dirijo desde el año 2001. La reseña biográfica de la semana es sobre Richard Burton Matheson (AllendaleNueva Jersey20 de febrero de 1926 –CalabasasCalifornia23 de junio de 2013) fue un escritor y guionista estadounidense de fantasía, ciencia ficción y terror.

Por: Mónica Caruso. Tapiales

E-mail: carussomonica@gmail.com

Hijo de inmigrantes noruegos, creció en Brooklyn y estudió en el Brooklyn Technical School. Después cumplió servicio militar como soldado de infantería en la Segunda Guerra Mundial. En 1949 se licenció en periodismo por la Universidad de Misuri y en 1951 se mudó a California. Se casó en 1952, y tres de sus cuatro hijos (Richard Christian, Chris, Bettina y Ali Matheson) también son escritores y guionistas.


Obra

Matheson se inició en la literatura publicando sus cuentos en el periódico Brooklyn Eagle. Ya en California, comenzó a escribir relatos de fantasía, terror y ciencia ficción, publicados desde 1950 por la revista The Magazine of Fantasy and Science Fiction. Su primer cuento publicado Nacido de Hombre y Mujer lo hizo inmediatamente famoso.

En 1954 apareció su ya clásica novela Soy leyenda, una original historia en la que el mundo sufre una pandemia de vampirismo y un solo hombre debe enfrentarse a ella. En 1957 adaptó para el cine su novela El hombre menguante, de lo que resultó una película de culto, The Incredible Shrinking Man.

También se destacó como guionista de varios capítulos de la serie televisiva La Dimensión Desconocida (Twilight Zone) y de la película de Steven Spielberg, Duel basada en un relato suyo.

Richard Burton Matheson
Richard Burton Matheson: Los Palabristas de hoy y de siempre


Homenaje

Un personaje de varios episodios de The X-Files es el senador Richard MathesonChris Carter, creador de la serie, era un fan del trabajo de Matheson en La Dimensión Desconocida y Kolchak: The Night Stalker, dos series que influyeron en Expediente X.

Una de las calles de la ciudad donde se desarrolla el videojuego Silent Hill fue bautizada como Matheson Avenue en honor a Richard Matheson.

Asimismo, la película Cariño, he encogido a los niños tiene lugar en la ciudad de Matheson (Colorado).

El telépata de Crusade, John Matheson, se llama así en honor al escritor y guionista.

Su novela Más allá de los sueños fue adaptada para la pantalla grande en 1998. Fue dirigida por Vincent Ward y protagonizada por Robin Williams.

Stephen King ha nombrado a Richard Matheson como influencia y su novela Cell le está dedicada, junto con al cineasta George A. Romero.

Richard Christian Matheson adaptó la novela corta de su padre Dance of the Dead para la serie de televisión Masters of Horror. El episodio fue dirigido por Tobe Hooper.

Steven Spielberg dirigió su primera película en 1971 basada en una historia de Richard Matheson, según se lee en los títulos «Screenplay by Richard Matheson, based on his published story»

Rodrigo Cortés en su película Red Lights de 2012, dirigida y escrita por él mismo, introduce al personaje Margaret Matheson interpretado por Sigourney Weaver. En el podcast Todopoderosos, del que es colaborador, realizan un programa dedicado a Richard Matheson donde reconoce haber utilizado este nombre en homenaje al escritor, ante la pregunta de Arturo González-Campos.

Richard Burton Matheson
Richard Burton Matheson: Los Palabristas de hoy y de siempre

Novelas

Someone is Bleeding (1953)

Fury on Sunday (1953)

Soy leyenda (I Am Legend) (1954). Barcelona, Minotauro, 1988

El hombre menguante (The Shrinking Man, AKA The Incredible Shrinking Man) (1956). Barcelona, Bruguera, 1977

El último escalón (Stir of Echoes) (1958). Madrid, La Factoría de Ideas, 2004

Ride the Nightmare (1959)

The Beardless Warriors (1960)

The Comedy of Terrors (1964)

La casa infernal (Hell House) (1971). Madrid, La Factoría de Ideas, 2003

En algún lugar del tiempo (Bid Time Return) (1975). Madrid, La Factoría de Ideas, 2005

Más allá de los sueños (What Dreams May Come) (1978)

Earthbound (versión editorialmente reducida, publicada bajo el pseudónimo de «Logan Swanson» 1982; Texto completo y con el nombre del autor publicado en 1989)

Journal of the Gun Years (1991)

The Gunfight (1993)

7 Steps to Midnight (1993)

Shadow on the Sun (1994)

Now You See It… (1995)

The Memoirs of Wild Bill Hickok (1996)

Passion Play (2000)

Hunger and Thirst (2000)

Camp Pleasant (2001)

Abu and the 7 Marvels (2002)

Hunted Past Reason (2002)

Come Fygures, Come Shadowes (2003)

Woman (2006)

Otros Reinos (Other Kingdoms) (2011). Valencia, Kelonia Editorial, 2015.

Generations (2012)


Colecciones de historias cortas

El tercero a partir del Sol (Born of Man and Woman, AKA Third from the Sun) (1954). Compuesta por 17 relatos. Barcelona, EDHASA, 1977

Las Playas del Espacio, AKA Acero puro y otras historias (The Shores of Space, AKA Steel, and other stories) (1957). Compuesta por 13 relatos. Barcelona, E.D.H.A.S.A., 1977

Shock! (1961). Compuesta por 13 relatos. México, Novaro, 1970

Shock II (1964). Compuesta por 13 relatos. México, Novaro, 1969

Shock III (1966). Compuesta por 13 relatos. México, Novaro, 1969

Shock Waves (1970). Publicada como Shock 4 (1980) en Reino Unido. Compuesta por una novela y 13 relatos.

Richard Matheson: Collected Stories (1989). Compuesta por 86 relatos.

By the Gun: Six from Richard Matheson (1993). Compuesta por 6 relatos.

The Incredible Shrinking Man (1995). Compuesta por una novela y 9 relatos.

Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos (Nightmare at 20,000 Feet: Horror Stories) (2002). Compuesta por 20 relatos. Madrid, Valdemar, 2003

Pride (2002). Coescrita con Richard Christian Matheson. Contiene dos versiones de la misma historia, una de cada autor.

Duel: Terror Stories by Richard Matheson (2002). Compuesta por 18 relatos.

Offbeat: Uncollected Stories (2002). Compuesta por 11 relatos.

Darker Places (2004). Compuesta por 7 relatos.

Unrealized Dreams (2004). Guiones no producidos.

Duel and The Distributor (2005). Compuesta por 2 relatos.

Los primeros cuentos (2008). Compuesta por 7 relatos. Barcelona, Gigamesh, 2008

Button, Button: Uncanny Stories (2008). Compuesta por 12 relatos.

Uncollected Matheson: Volume One (2008). Compuesta por 1 novela incompleta y 10 relatos.


Ensayos

The Path: Metaphysics for the 90s (1993)

The Path: A New Look at Reality (1999)


Premios

1976: Premio Mundial de Fantasía (World Fantasy Award) a la mejor novela por En algún lugar del tiempo.

1984: Premio Mundial de Fantasía por su trayectoria.

1989: Premio Bram Stoker a la mejor colección de relatos por Collected Stories.

1990: Premio Mundial de Fantasía a la mejor colección de relatos por Collected Stories.

Fuente: Wikipedia

 

Fragmento

Más allá de los sueños (fragmento)

» Recé para que Ann y los niños no lo oyeran. Los aterrorizaría. Le pedí a Dios que no los dejara escuchar aquel horrible ruido, que los protegiera de él.

El pensamiento que acudió a mi mente fue: «Chris, te mueres». Luché para tomar aire, pero los fluidos de mi tráquea evitaron que el aire pasara a su través. Me noté perezoso y lento, atrapado en una masa densa.
Había alguien al lado de la cama. Esa forma otra vez. «No luches contra ello, Chris», me decía. Aquellas palabras me enfurecían. Quienquiera que fuese, deseaba que muriera. Yo pugnaba contra ello. No quería marcharme. «¡Ann!», la llamé en mis pensamientos. «¡Sostenme! ¡No dejes que me vaya!»

Aun así, me deslicé. El cuerpo me dolía como mil demonios. Advertí mi debilidad. Luego hizo presa en mí una extraña sensación. Como si me hicieran cosquillas. Extraño, lo sé. Ridículo. Pero así fue. Cosquillas, por todas partes de mi cuerpo.

Otro cambio. No estaba en una cama, sino en una cuna. Sentía el balanceo adelante y atrás, adelante y atrás. Poco a poco, caí en la cuenta. No estaba en una cuna, seguía en la cama. Mi cuerpo era el que se movía. Pequeños ruiditos crujían en el interior de mi cuerpo. Los sonidos que escuchas cuando quitas un vendaje con cuidado. Menos dolor. El dolor iba desvaneciéndose.

Asustado, traté de recuperar el dolor. Volvió en segundos, y esta vez peor que nunca. Agonizando, me aferré a él. Me hacía sentir vivo. No quería marcharme. «¡Ann!» Mi mente gritó y suplicó. «¡Sostenme!»

No sirvió de nada. Sentí la vida escurrirse entre mis dedos, volví a escuchar los mismos sonidos, aunque mucho más altos; el rasgar de un ciento de hilos diminutos. Se me durmieron las piernas. Perdí el sentido del olfato y el del tacto. Los dedos y los pies se me entumecieron. Pugné por volver a sentir algo, pero fui incapaz. Una cosa fría reptaba por mi estómago, por mi pecho. Se paró en torno a mi corazón, que latía despacio, muy despacio, como el tambor de una marcha fúnebre.

De repente, supe lo que ocurría en la habitación de al lado. Vi una mujer de bastante edad yacer allí; hebras de cabello gris recorrían su almohada. Tenía la piel amarilla y sus manos se asemejaban a garras de pájaro. Cáncer de estómago. Alguien se sentaba a su lado, y le hablaba con suavidad. La hija. Decidí que no quería verlo.

De inmediato, abandoné la habitación y volví a la mía. El dolor casi había desaparecido. No pude recuperarlo a pesar de lo mucho que lo intenté. Escuché un zumbido; sí, un zumbido. Los hilos seguían rompiéndose. Sentí los extremos rotos de los hilos retorcerse.

Ese frío de antes se movió de nuevo. Se movió hasta situarse en mi cabeza. Todo lo demás lo notaba insensibilizado. ¡Por favor!, grité en busca de ayuda. Pero no dije nada: tenía la lengua paralizada. Mi ser mismo se retrotraía, se refugiaba en mi cabeza. Las membranas se contraían… No, espera. M-e-m-b-r-a-n-a-s. Sí. Hacia fuera y hacia el centro a la vez.

Empecé a moverme a través de una abertura de mi cabeza. Había un ruido similar a un ronroneo, un repique, algo que se deslizaba muy deprisa, como una corriente de agua a través de un curso muy estrecho. Me sentí alzarme. Era una burbuja que oscilaba de uno a otro lado. Creí ver un túnel sobre mí, oscuro y sin fin. Me giré y me quedé anonadado al ver mi cuerpo tirado en la cama. Vendado e inmóvil. Alimentado mediante tubos de plástico. Estaba conectado al cuerpo merced a un cordel que brillaba con luz plateada. El cordón, muy fino, salía de arriba de mi cabeza. «El cordel de plata –pensé–. Dios mío, el cordel de plata». Sabía que era lo que mantenía mi cuerpo con vida.

Me inundó el aborrecimiento cuando vi mis brazos y piernas sufrir espasmos. Casi no respiraba. Había una expresión agónica en mi cara. De nuevo, luché para descender y unirme a mi cuerpo.
«¡No, no me iré! –chillaba mi mente–. ¡Ann, ayúdame! ¡Por favor! ¡Tenemos que estar juntos!»

Me obligué a bajar y observar mi rostro. Los labios se habían vuelto púrpuras y el sudor perlaba mi piel. Contemplé las venas del cuello hincharse. Los músculos comenzaron a contraerse de forma espasmódica. Intenté con todas mis fuerzas volver al cuerpo.

«¡Ann! ¡Llámame a tu lado para que pueda seguir junto a ti!»
Ocurrió un milagro. La vida llenó mi cuerpo, un saludable color recorrió mi piel y una mirada de paz se acomodó en mi rostro. Le di gracias a Dios. Ann y los niños no me vieron de la misma forma que yo. Pensé que volvería a mi cuerpo.

Pero no fue así. Mi cuerpo fue envuelto por un saco de muchos colores, un saco tejido por el cordel de plata. Sentí una sensación de desvanecimiento, escuché un restallido (como si una enorme goma elástica se rompiera) y comencé a alzarme.

Entonces tuve un flashback. Sí, eso es. Un flashback; como en las películas, pero mucho más rápido. Has leído y escuchado la frase un millar de veces: «su vida entera pasó ante sus ojos». Robert, es verdad. Tan rápido que apenas pude seguirla… y hacia atrás.

Los días antes del accidente, las vidas de los niños, mi matrimonio con Ann, mi carrera de escritor. La universidad, la Segunda Guerra Mundial, el instituto, la escuela, mi infancia. 1974–1927, hasta el último segundo de esos años. Cada movimiento, pensamiento, emoción, cada palabra hablada. Lo vi todo. Un borrón de imágenes fugaces. »

 

Queridos lectores espero que les haya gustado este pequeño vuelo literario.

Aquellos interesados en publicar material de su autoría en Los Palabristas de hoy y de siempre, deben enviar sus escritos como adjunto en Word a la  dirección electrónica siguiente: E-mail: carussomonica@gmail.com

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Que tengan un excelente inicio de semana. Hasta el próximo lunes.

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