Número de edición 8322
CulturaLa Matanza

Informe: Chacras y estancias en el pago de La Matanza (primera mitad Siglo XVIII)

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Chacras. Durante todo el período colonial, el territorio del actual partido de La Matanza se constituyó como una zona rural dentro de los límites del pago que llevaba el mismo nombre.

Lejos estuvo de ser, desde mi punto de vista, una región pobre y sin importancia para el desarrollo económico de Buenos Aires. Como bien señalan algunos especialistas, en lo que tiene que ver con la economía rural, La Matanza se caracterizó como una zona ‘‘mixta’’, entendiéndose como tal a los espacios en donde coexistían y se complementaban la producción triguera y la ganadería.

Por Prof.Mauro Luis Pelozatto Reilly
maurolpr@hotmail.com.ar

Universidad de Morón (UM)
Universidad Nacional de Luján (UNLu)
Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM)

Respecto a la primera de dichas actividades, habría que decir que se concentraban principalmente en el abasto de trigo para el mercado local, donde las harinas y los panificados constituían una de las piezas fundamentales en la estructura alimenticia de los porteños y bonaerenses de la época. Lamentablemente los padrones consultados no ofrecen detalles sobre la agricultura, y sólo podemos asegurar su presencia gracias al importante número de establecimientos registrados como ‘‘chacras’’ en el lugar (por ejemplo, en 1744, había 42 unidades productivas anotadas bajo esa denominación, mientras también había otros ranchos sin clasificación pero que se dedicaban a las sementeras). Por otra parte, en las sucesiones de los hacendados del pago se pueden encontrar cantidades de trigo acumuladas en sacos de cuero, y herramientas típicas del trabajo agrícola (como rastrillos, palas, morteros, azadas, arados, atahonas, etc.), lo cual nos habla de la existencia de la agricultura en tierras donde se criaban animales.

Mirando los registros de 1744 (sólo 8 tierras aparecían con ganados), uno se atrevería a pensar en que La Matanza formaba parte de lo que se conoce como ‘‘cinturón de chacras’’, constituido por las zonas cercanas a la ciudad, dedicadas más que nada a las cosechas de cereales para el consumo interno. Por otra parte, algunos pocos terrenos fueron clasificados como ‘‘tierras de chacra y estancia’’, lo cual resulta llamativo e interesante al mismo tiempo, ya que nos muestra a propietarios que conformaron unidades verdaderamente diversificadas (en el sentido de que eran tan trigueras como de haciendas).

Si bien hay algo de verdad en esta afirmación que acabo de hacer, no es del todo correcta, ya que remontándome al censo rural anterior (1738), me encontré con 15 criadores robre un total de 58 unidades familiares (es decir, que más de un cuarto eran ganaderos), con la particularidad de que la mayoría de éstos complementaban la cría de vacunos con otras especies, principalmente ovinos y yeguarizos. Esto tiene que ver con una ganadería caracterizada por responder a las demandas de distintos mercados: local (carne, grasa y sebo), regionales (lana para la producción textil, envíos de reses y mulas al Alto Perú minero), y exteriores (exportación de cueros hacia diferentes circuitos de comercio ultramarino).

Esta hipótesis se comprueba con el análisis de los inventarios de la época, donde me hallé ante grandes criadores que al mismo tiempo prestaron atención a lo agrícola. Tal fue el caso del capitán Ramón López (1745), que en sus tierras (500 varas de frente), tenía 3.705 vacunos, 170 yeguas (y varias manadas aparte), 100 ovinos, 1 manada de caballos, 8 mulas, 6 bueyes y varios utensilios de labores agrarios.

De esta manera, he intentado presentar una región diversificada desde el punto de vista económico, donde coexistieron las chacras y las estancias (con mayor número de las primeras), dedicadas a producir para múltiples mercados coloniales, contexto en el cual participaron –como han demostrado varios especialistas, incluido quien les habla- tanto pequeños campesinos como grandes estancieros.

Más adelante, trataré de profundizar sobre aspectos más puntuales vinculados al desarrollo de las prácticas productivas en las tierras de nuestro partido durante la Época Colonial, tales como las características de los estancieros más importantes del lugar en el mismo período, el papel de los pequeños productores libres, la importancia de los esclavos, las particularidades de los peones de campo y de toda la gama de campesinos dependientes que entraban y salían de los establecimientos productivos, más todas las problemáticas y relaciones sociales (principalmente con los ‘‘indios’’) que se dieron en esta sociedad rural de frontera abierta.cultura 1

 

Pintura que representa a un rancho típico de la campaña bonaerense y la cría de ganado a campo abierto.

Fuente: http://www.zurbaran.com.ar/

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Mapa histórico de La Matanza, trazado por Ángel Juan Zanón en base a datos y documentos coloniales.

Fuente: http://www.bonziweb.com.ar/

Referencias

Academia Nacional de la Historia. Documentos para la Historia Argentina. Tomo X. Padrones de la Ciudad y campaña de Buenos Aires (1726-1810). Padrones de 1726, 1738 y 1744.

Archivo General de la Nación. Tribunales, Sucesiones, legajos nº 5337, 6251, 6722 y 5672. 

Fradkin, Raúl y Garavaglia, Juan Carlos (2009). La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX. Buenos Aires, Siglo XXI.

Garavaglia, Juan Carlos (1991). ‘‘El pan de cada día: el mercado del trigo en Buenos Aires, 1700-1820’’, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana ‘‘Dr. E. Ravignani’’, Tercera Serie, nº 4, pp. 7-29.

Garavaglia, Juan Carlos (1994). ‘‘De la carne al cuero. Los mercados para los productos pecuarios (Buenos Aires y su campaña, 1700-1825)’’, en Anuario del IEHS, nº 9, Tandil, pp. 61-96.

Garavaglia, Juan Carlos (1999). Pastores y labradores de Buenos Aires. Una historia agraria de la campaña bonaerense 1700-1830. Buenos Aires, Ediciones de la flor.

González Lebrero, Rodolfo (1995). ‘‘Producción y comercialización del trigo en Buenos Aires a principios del siglo XVII’’, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana ‘‘Dr. E. Ravignani’’, Tercera Serie, nº 11, pp. 7-37.

Mayo, Carlos (2004). Estancia y sociedad en la pampa (1740-1820). Buenos Aires, Editorial Biblos.

Moreno, José Luis (1989). ‘‘Población y sociedad en el Buenos Aires rural a mediados del siglo XVIII’’, en Desarrollo Económico, Vol. 29, nº 114, pp. 265-282.

Pelozatto Reilly, Mauro Luis (2014). ‘‘El Cabildo, la ganadería y el abasto local en el litoral rioplatense, 1723-1750’’, en Actas de las Quintas Jornadas de Historia Regional de La Matanza, pp. 230-244.

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